El pasado sábado tuvo lugar la ‘Marcha de los Fuertes’, una
clásica de calendario del Club Montaña Anyera, que tuvo el
añadido de las malas condiciones climáticas, protagonista de
todo el recorrido. Frío, lluvia y mucho barro dificultaron
esta prueba, que en mejores condiciones no supone problema
alguno para su buen desarrollo. Fueron 10 kilómetros que se
cubrieron en unas 3 horas aproximadamente, con la dificultad
baja-media.
La salida tuvo lugar de la zona aledaña al Club de los
Delfines, en el Pantano del Renegado, sobre las 9:30 de la
mañana. El recorrido se inició dirección al pantano del
Infierno, abandonando este a la altura de la caseta del
guarda del mencionado embalse, continuando por la zona del
Serrallo para visitar la primera torre del circuito
(Mendizábal, 136 m); un descenso prolongado y la subida
hasta Pinier (213 m.) segunda de las torres que se pudo
visitar.
Por la Loma de las Piedras, se alcanzó, siempre en subida,
la torre de Francisco de Asís (a 283 m. de altura). Una vez
abandonada la torre se continuó las indicaciones de las
señales, introduciéndose en un bosque originado por una de
las múltiples repoblaciones de eucaliptos llevadas a cabo en
nuestra ciudad hace algunas décadas. Más tarde se pasó por
un área recreativa, en las inmediaciones de la Torre de
Isabel II, donde restos de repetidores en desuso, con otras
que están en funcionamiento, suponen un fuerte impacto
visual en una zona de gran interés paisajísticos.
Al llegar al acuartelamiento de la Legión, se tuvo que
‘pisar’ carretera, durante un pequeño tramo, para llegar a
la altura de la zona recreativa del Monte de la Tortuga,
donde solo perviven algunos elementos de mobiliario que en
su día fue instalado para uso y disfrute de los ciudadanos.
El sendero recorre primeramente la base de la falda del
Monte Anyera y posteriormente asciende, pudiéndose visitar
el fuerte que corona su cumbre, cota más alta de la ciudad
autónoma de Ceuta (349 m.).
El descenso, sin embargo, resultó algo penoso, originado por
la escorrentía de las aguas pluviales que discurren por las
laderas y que el tránsito motorizado ha originado y agravado
posteriormente. Se continuó con el descenso prolongado
(desnivel de 111 m. ) por la Loma Entre Fuertes para llegar
a Aranguren (238 m.) y posteriormente al mirador de
Belliones . La vuelta se inició por la Pista de la Lastra,
pasando por el Jaral, las instalaciones del CETI y el
pantano del Renegado, donde se finalizó el recorrido.
Con las actividades que desde el Club Anyera se hace, se
pretende difundir una actividad saludable, como es la de
caminar, con la puesta en valor de un importante patrimonio
natural, paisajístico e histórico de nuestra ciudad, que
debe ser considerado como una opción más en el abanico de
posibilidades de ocio que la ciudad puede ofrecer a propios
y extraños.
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