¿Vieron ustedes a mi compadre Luis
Fernández Reyes en el polígrafo de la semana pasada de
Antena 3?. Según los tertulianos es la primera vez que, a
preguntas enchufado a la máquina, se contesta con mayoría
absoluta de verdades. ¿Qué preguntan? ¿Qué que tal estuvo el
patriarca del clan a nivel imagen? Considero que bien,
exhibiendo su rara dignidad de gitano antiguo, con el habla
pausada que se gastan quienes están habituados a mediar,
arbitrar y aconsejar y la rapidez mental del ser egipciano,
del alma romaní, que es cualidad inherente a la raza.
Los periodistas le llaman respetuosamente por su título de
“tío” Luis, se ha dado la mano con alguno de ellos e incluso
Miguel Temprano, que parece haber descubierto el embrujo y
el misterio del caló, quiere venir a Málaga para que le
paseemos, enseñándole un entorno y unas costumbres, una
filosofía de vida y una escala de valores que, a la postre,
es profundamente española y se arraiga en la Iberia mágica y
antigua de hace cinco siglos. Cuando arribaron por el norte
caldereros nómadas que antaño arrastraran hacia Europa las
retaguardias de los ejércitos mongoles. Mantenemos largas
charlas, mi compadre y yo, al calor de la cafetería
Cosmopolita, en el corazón de la calle Larios y me desgrana
saberes y sentires con la confianza que representan para él
la cercanía espiritual de mis orígenes paternos romanís. El
tío Luis no siempre dice lo que otros quieren oír, pero lo
que dice es verdadero e irrebatible “Me digas Nuria, su
hermano, ¿Hay en alguna televisión algún presentador,
locutor, informador o tertuliano gitano? Ni uno. Llevan como
mucho nuestro primo el Farruquito por el morbo de la cárcel
o a algún artista, como a Joaquín Cortés, alguno famoso
puede ser noticia, pero de trabajar fijo nada y eso que
nosotros tenemos mucho que contar y que opinar, pero no
quieren nuestras opiniones, por si van contra lo moderno”
Apunto tímidamente “Bueno, yo estoy trabajando en un
periódico y he escrito en muchos y todos han sabido que mi
abuelico era el tío José” A Luis Fernández Reyes no le gusta
que le repliquen “Tu, sí hermana, pero ninguno más y encima
yo te digo que tu te lo tienes callado y encima hay muchos
payos que te quieren matar por defender la educación y la
vergüenza” Musito con amargura “Lista de espera tienen los
payos, su prima, para amenazarme de muerte” el tío Luis
sentencia “Será por encima del cuerpo de los patriarcas
gitanos” Pues que sea por encima. Porque creo que mañana
tarde tiene otra entrevista en Antena 3 con su amigo
Cantizano y le rondan las agencias para tirarle de la
sinhueso y que desvele los misterios de la vida carcelaria
desde la perspectiva de un hombre al que todos respetaron y
quisieron y que tantos problemas les evitó, con su
protección, a los Malayos. Por mor de la Pantoja que también
es gitana y cuando un payo como Julián Muñoz es el hombre de
una de la raza hay que respetarle. Se me vienen unos versos
de la alfarería adaptados a la filosofía romaní “Valores
nobles y bizarros, como el oficio del barro, Dios fue el
primer alfarero y el hombre el primer cacharro” El tío Luis
es un patriarca reivindicativo, al que Jorge Javier Vázquez,
del Tomate, llama con un punto de maldad “el gitano” y lo
repite una y otra vez, en plan zaherir, allá él. Envidia
cochina porque, hasta ahora, no ha aceptado contratos de su
cadena por poco seria. Como patriarca pontifica y lanza
fulminaciones contra Isabel Pantoja porque, como gitana, por
respeto a su raza, tiene que maridar con Julián Muñoz y
hacerlo en la capillita de la cárcel para demostrar temple y
tronío. Un Fernández Reyes, unos valores antiguos, un soplo
de aire puro en la realidad actual.
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