Mis queridos diocesanos:
Hoy domingo 28 de enero celebramos la Jornada Mundial de la
Infancia Misionera o Santa Infancia. Es muy importante que
también los niños, desde su más tierna edad, puedan ser
miembros activos de la acción misionera de la Iglesia por su
bautismo.
1. Ponte en camino...
Este año el lema: “Ponte en camino... eres misionero” es muy
actual y vigoroso. Los niños que suelen ser muy sensibles al
mensaje evangélico tienen que tener los ojos puestos en la
misión, tal y como los tuvo Jesús. Sobre todo, tener los
ojos puestos en los niños pobres, necesitados, desconocidos
y que aún no conocen ni a Jesús, ni a su Evangelio, y hay
que “ir a ellos”.
2. .... eres misionero
Es necesario descubrir a los niños mediante una catequesis
adecuada, que el bautismo los ha hecho de una parte
discípulos -seguidores de Jesús- y, por otra, apóstoles
-enviados de Jesús-. Todo niño por el bautismo es misionero.
Tú, niño, eres misionero.
Por eso necesitan un puente de comunicación para realizar
esa misión. Esta es la finalidad de la Obra de la Infancia
Misionera. A través de ella, todo niño creyente puede vivir
la misión. Con millones de niños, con la ayuda material, con
los sacrificios, la oración y otras muchas formas de
cercanía y de presencia que la fe saca de su seno fecundo e
inagotable.
3. La misión, nueva forma de amar
La misión cristiana es una nueva forma de amar a los
hombres. Es comunitaria por vocación, ya que proviene de un
Dios que es Padre de todos, que ama a todos y cuida de
todos; este abrazo de amor que Dios Padre da al Hijo y que
el Hijo da a los niños, es el abrazo de amor que todos los
niños deben dar a otros niños necesitados de este abrazo de
amor.
4. La misión, expresión progresiva de amistad con el otro
Hoy toda acción apostólica se lleva a cabo como una
expresión progresiva de amistad con el otro. La nueva
evangelización es eficaz en la medida en que va creciendo la
amistad entre las personas. Frente a tanta lejanía y egoísmo
de las personas, fomentamos esta buena obra de amistad entre
los niños de nuestra tierra e Iglesia con aquellos niños de
los países de misión poniendo en medio, como eje y verdadero
puente y mediador, a Jesús, a quien nadie ha igualado en
amor a los niños de acá y allá.
5. Despertar en el niño la conciencia misionera
Los niños deben constituir uno de los principales motivos de
nuestra preocupación pastoral. Es necesario despertar la
conciencia del niño a la vida de fe y a la misión y
solidaridad humana y cristiana. A su vez, de una forma
adecuada, a los niños hay que hablarles del sentido global
de la vida, en el cual se incluyen los valores morales de la
responsabilidad solidaria, los sentimientos de paz y
justicia, el afán de compartir lo suyo, en un clima de
intercambio, al menos afectivo, mutuo y fraternal.
Ahora bien, nuestros niños, según se van abriendo a la
conciencia y al conocimiento de lo que significa su fe
cristiana y su acción misionera deben estimar el gran don
que ella supone por parte de Dios, y de ahí como respuesta
de gratitud, sentir el deseo espontáneo de compartirla con
los niños que aún no la tienen, y que son millones en el
mundo.
6. Jornada Mundial de Infancia Misionera
La Obra Misional de la Santa Infancia encaja perfectamente
ahí: es un espíritu y una organización mundial que trata de
enrolar a una acción misionera y cristiana de paz y de amor
a todos los niños católicos, en favor de todos los niños no
bautizados.
La formación del niño en esta conciencia solidaria resulta
ciertamente un elemento preciso para el desarrollo y
maduración de su personalidad en germen, según las
exigencias de un ideal a la vez humanitario, cristiano y
misionero.
7. Oración y colaboración económica
Exhorto a todos los responsables de catequesis, sacerdotes y
catequistas, colegios, centros de formación y a los mismos
padres, para que tomen con verdadera ilusión esta importante
tarea, y agradecer a la vez a quienes la están realizando,
para que se viva en nuestros niños el hermoso lema de la
Jornada: “Ponte en camino... eres misionero”. A los niños
les ruego que sean generosos, en la oración, sacrificio y
colaboración económica.
Que Santa María, Reina de las Misiones, nos acompañe ahora y
siempre.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 22 de enero de 2007.
|