Seguimos erre que erre sin que
avance un metro las negociaciones entre la Ciudad y el
Estado en referencia al futuro Campus universitario de
Ceuta, o al menos eso es lo que parece, en relación lo poco
que se conoce del asunto.
Al parecer la Ciudad se encuentra a la espera de una reunión
a tres bandas entre la Universidad de Granada, el Estado y
Ceuta, pero esa reunión no acaba de producirse. Es posible
que el Estado decida finalmente no hacer nada respecto al
famoso Campus después de mostrar su interés una vez que la
Ciudad anunciaba la puesta en marcha de la instalación por
sus propios medios.
Dado el renovado interés estatal por el proyecto tras el
anuncio de la institución autonómica, la Ciudad se
comprometió a ceder los terrenos del ‘54’ para que el
Estado, en función de esa predisposición, pusiera en marcha
el Campus.
Ahí está el asunto en este momento. Situación que no ha
variado desde que la consejera de Educación, Mabel Deu,
transmitiera el informe correspondiente al director general
de universidades, Javier Vidal.
Parece el cuento de nunca acabar. La ciudad, es decir, Ceuta
se encuentra en una fase muy complicada de desarraigo fruto
de la constante marcha de jóvenes de capacidad intelectual
universitaria hacia la península.
La ingente cantidad de euros que salen de Ceuta para
procurar estudios y facilitar la residencia en localidades
como Málaga, Granada, Sevilla o Madrid es como para tenerlo
en cuenta. Las familias hacen verdaderos esfuerzos
económicos y gran parte de los rendimientos obtenidos en la
ciudad emigran para el sustento de nuestros jóvenes en la
península. La situación inversa, es decir, la de disponer de
un campus en Ceuta no sólo evitaría la pérdida de recursos
internos, sino que propiciaría -de añadido- la posibilidad
de atraer estudiantes de localidades próximas a la ciudad.
Hallar el modo para que avance el proyecto es una
responsabilidad de las Administraciones y el Estado en este
caso tiene mucho que decir.
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