Un despiadado infarto, de madrugada, ha acabado con la vida
de este malagueño afincado en Ceuta, “mi hogar”, como nunca
se cansaba de afirmar.
Funcionario del Estado, llevaba treinta años en nuestra
ciudad, la mayor parte de su vida profesional la llevó a
cabo con responsabilidades en el área de Costas de la
Delegación del Gobierno.
Funcionario ejemplar, nunca se plegó a las presiones
políticas, que las tuvo y muchas a lo largo de su carrera.
Altamente cualificado en los procedimientos administrativos,
la Delegación del Gobierno y, en concreto, Jenaro
García-Arreciado pierde un leal colaborador y fiel servidor
de la legalidad. Intransigente con el cotidiano ‘compadreo’
político de intereses, Antonio Fernández se ha caracterizado
siempre por su humanidad y excelente trato.
El Area Funcional de Fomento de la Delegación del Gobierno
y, para ser más exactos, la Unidad de Costas que es el
órgano que siempre defendió y abanderó, queda realmente
vacía sin su presencia.
El delegado del Gobierno, recién llegado a la ciudad como
aquel quien dice ha tenido tiempo sin embargo de conocer la
exquisita catadura moral de Antonio Fernández.
Duro ante el desaliento, pese a los numerosísimos ‘codazos’
recibidos desde organismos cercanos al suyo, Antonio
Fernández y concretamente su esposa e hijos pueden sentirse
bien orgullosos de la dignidad impoluta de este ejemplar
funcionario.
La noticia de su repentino fallecimiento durante la
madrugada del 27 de enero corrió como un reguero de pólvora
por la ciudad y causó especial asombro entre el cuerpo de
funcionarios del Estado en Ceuta del que formaba parte.
Me unía a él un gran sentimiento de respeto y admiración.
Era un hombre en quien poder confiar, me admiraba
especialmente su sentido de la justicia y de la equidad
entre tanto bárbaro interesado.
Las confesiones de un amigo, tal y como hablábamos, me las
guardaré pero fueron muchos los temas y las coincidencias de
opinión respecto de quienes siempre osaron saltarse a la
torera los procedimientos.
García Arreciado tendrá que encontrar a alguien tan tenaz
como él en la legalidad para los asuntos que por competencia
llevaba: cable de fibra óptica, Fuente Caballos,
mejilloneras... el delegado ya conoce quién es cada quien y
la pérdida de esta figura como jefe de la Unidad de Costas
en su organización va a resultar especialmente sensible.
Se nos va un buen hombre, íntegro y dedicado a su trabajo,
esposo y padre, malagueño de nacimiento pero ceutí por
vocación y adopción...
Hasta siempre amigo.
|