El Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia,
a través de su portavoz, ha denunciado el presunto acoso
laboral sufrido por un profesor de Religión, en un I.E.S. de
Madrid. Se desconfiaba de la eficacia de los Observatorios,
pues ya tenemos ejemplos de su puesta en servicio. Al
parecer, la situación se mantiene desde la llegada del
docente al centro, hace cuatro años. Desde entonces, no se
cumplen los horarios previstos para la clase de Religión y
se obstaculiza la libre elección de esta asignatura por
parte de los padres.
Los datos, referidos al mencionado centro escolar son los
siguientes: de los 333 alumnos en Secundaria, sólo 16 han
optado por la clase de Religión. De ellos, 15 en primer
curso y otro en segundo. En tercero y cuarto no existen
solicitudes, lo cual choca con las estadísticas, que marcan
que dos tercios de los estudiantes de Secundaria de la
Comunidad de Madrid prefieren esta asignatura. En lo que
respecta a España la media de estudiantes de Secundaria de
centros públicos que escogen la asignatura de Religión
Católica es del 51.4%, siendo sólo un 4.8% los estudiantes
del citado Instituto los que han elegido la misma.
Pero, ¿cuáles pueden ser las razones por las que en Religión
se dan esa gran desviación con respecto a la media general?
El portavoz del Observatorio, tiene la razón: “No hay clase
de Religión porque la Directora del Centro se niega a
impartirla”. De hecho, los padres acuden a solicitar el
impreso de matriculación en esta asignatura, “pero los
alumnos son matriculados en otra distinta por orden de la
Dirección”.
Y se añade: “Aquellos <<afortunados>> que consiguen incluir
a sus hijos en la clase de Religión, verán a sus hijos
recibirla en los baños o en sala de fumadores, que es donde
está localizado el departamento didáctico del profesor, y
los horarios son inhumanos e imposibles de cumplir”.
Como no podía ser de otra forma, la Consejería de Educación
de la Comunidad de Madrid, inició de inmediato una
investigación de oficio. Para tal efecto se produjo una
inspección en el Centro, tras la cual se emitió un informe
preliminar, donde se recogía que en el mismo “no se detecta
que se den las circunstancias de acoso laboral” que
denunciaba el Observatorio, subrayando también que “se
ofrece la asignatura de Religión y que las aulas son
perfectamente aptas”. En lo único que la Dirección del
Centro está de acuerdo es en el porcentaje aparecido. Ese
4.8 % de alumnos que asisten a clase de Religión. Por lo
tanto el resto de la noticia aparecida en los medios
informativos es “absolutamente falsa”. Lo que no recogió la
noticia del Observatorio fue que obligaron al “sufrido”
profesor a rectificar, y que negara el supuesto acoso
padecido; pero en cambio, sí mostrando su desconfianza por
el sistema de matriculación. En un programa radiofónico sí
que se produjo todo aquello que había denunciado al
Observatorio. Sin duda que fue presionado.
Pero no ha de extrañar este hecho, cuando por parte de la
Iglesia Católica se denunció en reciente pastoral la “fuerte
oleada de laicismo” presente en la Sociedad Española por
parte del Gobierno.
Presentes están la mal llamada “guerra de los crucifijos” y
demás símbolos religiosos, las trabas al mantenimiento de
tradiciones católicas en los centros, como la colocación de
belenes, el canto de villancicos, el “belén” tirado a la
basura en un colegio de Málaga…
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