Me llama mi número privado de
Ceuta, jadeando, como siempre, para hacerse pasar por un
maníaco sexual y asustarme, pero no le dejo continuar “Lo
sé, tuve un lapsus y hablé el otro día del mamón del Ternera
cuando quería referirme al, no menos mamón, de De Juana
Chaos, pero sus viles cataduras se me entremezclan en la
memoria” La voz del número privado hace un sonido despectivo
y luego oigo su timbre inconfundible, con una entonación
que, se diría que está sonriendo “Julandrona, por menos de
lo que tu sueltas contra los etarras, más de un periodista,
tan mongolio, como tú ha acabado en las listas de ETA- oigo
un cloquear y creo que está riendo- ¿Te olvidas de que tus
vulgares artículos se leen por internet y que enseñan una
foto tuya, so caraculo?” Suspiro y le insulto sin acritud
“Amigo, que le jodan”. Y cuelgo antes de que comience , de
nuevo, a hacerse el psicópata asmático con sus, poco
impresionantes, jadeos.
Pero tiene razón, los nombres de los criminales me
confunden, recuerdo a de Juana y a su desagradable cara de
castrojo, se sobrepone la nariz imposible y la boina del
Ternera. Eso si, a ninguno de ellos discrimino y recuerdo
los tiempos dorados del conservadurismo británico cuando los
presos del IRA se le pusieron en huelga de hambre a la
ministra Thatcher, que, por cierto se impresiono poco, se
impresionó tan poco que, unos cuantos, se murieron de
hambre, entonces, la Dama de Hierro, pareció aún menos
impresionada y el resto de los huelguistas vio que había
poco que rascar. Que revienten el Ternera y el de Juana
Chaos es algo que, muchos asumiríamos, como una especie de
cumplimiento de las genuinas Leyes del Universo. Y con
respecto a mis fulminaciones contra el terrorismo, no pueden
olvidar que soy una escritora católica y que no puedo
mentir, porque, si miento, cometo un pecado, así que, mi
único compromiso ético y moral es decir siempre la verdad y
santificarme con el trabajo profesional. ¿Qué musitan? ¿Qué
tiene su factor de riesgo? Vamos, no dramaticen ¿Quién se va
a tomar la molestia de arremeter contra una zarrapastrosa
como yo? Las listas de ETA son para gente principal y de
relevancia, aunque, cualquier tipo de represalia me importa
un carajo. De hecho estoy vacunada contra las amenazas de
muerte, porque llegan regularmente a mi correo y son
enviadas por la Inquisición Rosa. ¿Qué el tema tiene su
intríngulis y no es agradable? Realmente no, porque soy
persona de vida sencilla, callejera y andadora al alba,
cuando aún es oscuro y me inquieta que, alguno de los tipos
que me quieren matar, me aceche y me mate y mis hijos y mi
gachoso marido se queden desamparados. Porque, si me
finiquita uno de los lascivos individuos que aparecen en mi
correo sería una muerte absurda. ¿Qué que pasa si me dan el
pasaporte los etarras sin derecho a la Extremaunción? Pues
es distinto, mi quejicoso y despistado marido y mis dos
zangalotones, pasarían a ser familiares de víctima del
terrorismo, de la AVT, les reconfortarían, contemplarían y
apoyarían a todos los niveles y las instituciones se
volcarían con ellos. Vamos, que yo me iría con un
sentimiento cálido en el pecho, al saber que no se quedan
solos, porque los muertos, en nuestra España, reciben un
tratamiento distinto y distante. Si te mata un psicópata
cabrón eres víctima de las estadísticas de inseguridad
ciudadana y de “así no se puede vivir, que al menos a los
decentes nos den licencias de arma para defendernos” pero si
te mata un terrorista cabrón, te hacen homenajes. Aparece de
nuevo el número privado, es mi detractor que, seguramente,
quiere llevar a cabo un jugoso enfrentamiento verbal, pero
no tengo humor para pulsar el botón verde, de repente me he
amargado…
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