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Ceuta ahorra 1.000 metros cúbicos
de agua diarios gracias a las reformas realizadas en la red
de saneamiento y abastecimiento contempladas en el Plan Agua
lo que incide fundamentalmente en el hecho de que la
operativa se ha ejecutado correctamente dado el penoso
estado en el que se encontraba la red de abastecimiento de
aguas de Ceuta que contaba con más de cincuenta años e
innumerables puntos por donde se perdía el preciado líquido
elemento.
Contemplado en ejecuciones e inversiones del Estado, el Plan
se lleva a cabo con el apoyo logístico y necesario de la
empresa municipal de aguas de Ceuta, Acemsa. Uno de los
pilares básicos del programa estatal que se lleva a cabo es
esta segunda fase que recorre longitudinalmente la ciudad y
en el que se han invertido más de 7’5 millones de euros.
La modernización de la red de tuberías está resultando una
macro obra que afecta necesariamente a la ciudad. Calles
levantadas, zanjas y demás formato de obra proliferan por
Ceuta con el objetivo depositado en la reestructuración de
la red de abastecimiento.
Una medida solicitada desde tiempos inmemoriales pero que se
lleva ejecutando con esmero, cierto es, desde el inicio del
llamado Plan Agua en la ciudad.
La abrumadora pérdida de agua en la vetusta red de tuberías
en constantes épocas de sequía suponía un auténtico pecado
en función de la necesidad que el líquido elemento requiere
en nuestra sociedad.
La apuesta por mejorar la red de abastecimiento de aguas
además de valiente por lo que suponía y supone de
dificultades para el ciudadano, fue la mejor elección antes
que vislumbrar la idea de alquilar el famoso barco cargado
de agua procedente del embalse de Guadarranque, actividad
que ya nos acostumbró un siniestro personaje metido a
político de los malos cuyos restos de babas aún perduran.
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OPINIÓN / EDITORIAL
