El delegado del Gobierno, Jenaro García-Arreciado, no quiso
entrar ayer en la polémica suscitada tras las declaraciones
de los comerciantes respecto a un posible cierre del
polígono o del propio paso del Biutz en señal de protesta
por la situación. “Prefiero quedarme con la parte amable de
las consideraciones que traemos y de los acuerdos que
estamos alcanzando. La alternativa que nosotros proponemos
es el cierre del paso del Biutz. Quiero recordar que se
abrió por la insoportable presión de los comerciantes del
Tarajal, los mismos que ahora se quejan del paso”, expuso.
El delegado habló de una medida “insuficiente” respecto al
Biutz e hizo hincapié en el proyecto que defenderá
personalmente en el Ministerio del Interior de sustituir el
actual paso por otro mucho más amplio, que pueda facilitar
una mayor fluidez en la salida y en el mismo tiempo que la
entrada se produjese por el mismo paso. “En eso estamos,
dentro de un par de días iré a Madrid a plantear unos
asuntos, éste entre otros y lo único que pido a los
comerciantes es una reflexión, el paso del Biutz es una
parte de los problemas del polígono del Tarajal y es el
único sobre el que tenemos competencias”, reiteró.
García-Arreciado separó las competencias sobre el control
fronterizo propios de la Delegación del Gobierno del
tránsito circulatorio, la limpieza y la seguridad dentro del
polígono. “La desorganización interna, el aparcamiento en
las puertas de las naves, las cargas y los contenedores que
dejan tirados por la calle y que obstaculizan el paso no es
competencia de la Delegación del Gobierno. Se trata de un
esfuerzo coordinado de la Ciudad, los comerciantes y la
Administración General del Estado. Creemos que en fechas
breves, podamos tener solucionada esta parte de los
problemas del Biutz. La otra la harán quienes colaboren para
una mejor coordinación interna”, apuntó.
|