Los ciudadanos de Ceuta;
cristianos, musulmanes, hindúes y hebreos, convivimos
armónicamente desde hace años. Compartimos colegios,
parques, vestuarios, juegos, tradiciones, etc. Trabajamos
conjuntamente por el futuro de nuestra tierra, de nuestros
hijos y por ello, deberíamos revelarnos al unísono contra
todo aquel que ataque nuestros intereses, nuestros bienes
comunes, es decir, contra quien agrede el bienestar de
nuestras familias.
Todos los ceutíes, conocemos las diferentes actuaciones y
declaraciones protagonizadas por responsables de izquierda
unida en relación a nuestra ciudad. Todas ellas, poniendo en
duda nuestra españolidad así como, recomendando en todos los
foros posibles, la creación de una cédula de reflexión al
objeto de estudiar la entrega de Ceuta y Melilla a Marruécos.
En todas las ocasiones, formaciones políticas, sindicales y
sociales de nuestra ciudad han tenido que responder y
defender nuestros intereses de los ataques de esta formación
política. Por ello, como explicar una coalición creada por
ceutíes con una formación política cuyo único trabajo ha
sido atacar nuestra españolidad.
En estos últimos días, hemos asistido, una vez más, a la
entrega de panfletos informativos arremetiendo contra una
institución, imputándole actuaciones discriminatorias contra
un determinado colectivo y con ello, provocando un
enfrentamiento entre ceutíes y el deterioro de nuestra
imagen exterior.
Y por si esto no fuera suficiente, el resultado de la
coalición creada entre la formación local y la coordinadora,
declaraciones efectuadas por el coordinador general de
izquierda unida, Gaspar Llamazares, acusándonos de poseer
una administración pseudocolonial.
En definitiva, otro ataque más contra los intereses de los
ceutíes, de todos los ceutíes, contra el futuro de nuestra
tierra y de nuestras familias, que requiere una respuesta
inmediata. Respuesta que, al menos, debería ser darle la
espalda a esta coalición que perjudica gravemente la imagen
de Ceuta.
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