Ayer iniciaban el año los musulmanes de todo el mundo, más
de 1.400 millones de personas que ‘abrazan’ el Islam y que
en la Ciudad Autónoma, según los datos por la Comunidad
Islámica de Ceuta, alcanzan la cifra de 35.000.
El nuevo año, El hijra 1428, conmemora la salida del profeta
Sidna Mohammad de la ciudad santa de la Meca a la ciudad
sagrada de Medina, lugar donde falleció éste a principios
del año 11 a finales del mes Safar lunar.
Ahmed Hachmi Lamrani, presidente de la mentada comunidad
musulmana, la celebración fue aprovechada para “hacer un
llamamiento a todos los musulmanes, en especial a los
jóvenes, para que respeten al máximo las demás culturas”
insistiendo en que éstos “deben guardar respeto y dar un
buen ejemplo de convivencia que Dios recompensa a todos,
estamos seguros de que con buena fe y un esfuerzo de todos,
pacíficamente podremos lograr muchísimo y convivir en paz”.
Estas palabras del presidente de la referida comunidad, las
expresaba en un escrito en el que también, tras felicitar
por el año nuevo a todos los musulmanes, detallaba su deseo
de una vida mejor para las cuatro culturas.
Castellanizado, la Hégira indica el traslado de Mahoma y la
primera comunidad de musulmanes de la Meca a Medina,
ocurrida en el año 622 de la era común. Dicho evento marca
en el mundo islámico el año primero. Los musulmanes toman el
primer día del año lunar en el que se produjo (16 de julio
de 622) como referencia para su calendario, pero no tiene el
boato expresado en el mal llamado ‘mundo occidental’.
Las familias se reúnen para celebrarlo discretamente pero,
en realidad, no supone un cambio transcendental en el
quehacer cotidiano como en la pasada fiesta de la matanza
del cordero, El Kebir, que se diría la fiesta grande o
‘pascua musulmana’.
Este día transcurrió en la Ciudad Autónoma para los
musulmanes muy en familia, como han explicado a El Pueblo de
Ceuta fuentes de esta misma confesión religiosa, quienes
enviaban ayer el mensaje “en mi nombre y el de todos los
miembros que componen la Comunidad Islámica de Ceuta, quiero
enviar mis mejores deseos de paz”.
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Buenos deseos para un nuevo periplo
Cuando se mira el calendario,
apenas se recapacita que otras maneras de medir los días se
distribuyen por el orbe terráqueo. Una de ellas, el
calendario lunar (menos arbitrario que el juliano que nos
domina) rige no sólo la fecundidad, además el ciclo anual
del año islámico.
Ayer se recordaba la salida de Mahoma de la ciudad santa de
la Meca a la sagrada de Medina, un camino que acabó con su
entierro en la gran mezquita allí ubicada al Mohawara de
Arabia Saudí, a los más de seiscientos años de la era
cristiana y a los 11 de El Hijra -o Hégira, como se dice en
estas tierras-.
Lo común son los buenos deseos para el periplo que comienza,
especialmente de paz y de concordia.
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