Las ciudades de Ceuta y Melilla tributaron el pasado año
cerca de 2,845 millones de euros generados por el juego, la
cifra más baja junto a la de Navarra. Las ganacias brutas de
las operadoras de juego en la Unión europea, una vez se
habían abonado los premios, ascendieron a 51.526 millones de
euros. De todos los países, el reino unido se sitúa a la
cabeza en la recaudación con casi 11.000 millones, seguida
de Alemania, que recoje 8.400; Francia, con 7.600; y España,
con 4.900.
La mayor parte de estas cifras proviene de las loterias, con
un 44% del total de la recaudación, seguidas de las
tragaperras instaladas fuera de los locales de juego, con el
18,8% y las apuestas de diverso género, que tributan entorno
al 17%, unos 8.867 millones de euros. España es en Europa
una excepción a esta regla, puesto que las que mayor riqueza
generan son las máquinas tragaperras. En concreto, se
tributan cerca del 52% de los ingresos generados por las
casi 251.482 unidades que aproximadamente hay en el parque
español, sólo superado por el del Reino Unido, que cuenta
con 17 millones de habitantes más.
El juego sale muy rentable a los países de la Unión y a sus
Agencias Tributarias. Las recaudaciones anual ofrecen a las
distintas haciendas públicas muchos millones de euros .
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Cómo y cuánto varían las tributaciones autonómicas
Las ciudades autónomas de Ceuta y
Melilla le dan pocos euros a Hacienda en relación a otros
puntos del estado. Si éstas tienen el índice más bajo junto
a Navarra con 2.845 euros al año, en el País Vasco asciende
a 3.187 euros por máquina y año, una cifra que en conjunto
se hace mucho mayor que la de las ciudades hermanas.
Mientras las máquinas en locales que no se dedican al juego
instaladas en el País Vasco no llegan a 13.000, un índice de
aparatos que no alcanza a una máquina por cada 183 personas,
se hace mayor en regiones como Murcia, Islas Baleares o
Canarias, donde las cofras rondan las 112 persones por
máquina, 127 y 123 respectivamente.
Estos datos no inciden en su rentabilidad, ya que donde más
se apuesta es en el País Vasco, donde aportan una media de
10.820 euros por unidad.
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