El caso Piniers es ciertamente complejo, pero la síntesis no
lo es tanto. Y este es mi intento de explicarlo en un
lenguaje sencillo.
Año 2002. A la Ciudad le falta un vertedero de inertes. En
otras palabras, un enorme espacio donde alojar todos los
escombros que hoy salpican, en forma de vertederos
incontrolados, buena parte de la Ciudad. La enorme vaguada
bajo la famosa curva de las viudas es el sito elegido para
un Plan especial y público. Se inician las gestiones (avance
del plan, aprobación previa, exposición pública…), entre
Noviembre del 2002 y Abril del 2004, y de repente, justo en
esa fecha, alguien decide frenar por completo el expediente.
57 días después de que el gobierno de Vivas paralizara el
normal discurrir de este tipo de proyectos, un grupo de
empresarios crean la empresa privada Makarel Medioambiental.
¿Y a que no saben lo que hacen? Comprar todas las fincas
afectadas en el Plan Especial, excepto dos pertenecientes al
Ministerio de Defensa. Mmmm…. ¿Pero el proyecto, en marcha,
no lo iba a hacer el Gobierno?
Makarel compra su última parcela en Abril del 2005. Han sido
14 meses donde el gobierno no ha hecho nada y Makarel ha
hecho mucho. 28 días después de esta compra, Makarel
presenta un proyecto en el Registro de la Ciudad para llevar
a cabo un Vertedero de Inertes. La Consejera de Medio
Ambiente recibe la documentación y, en 35 días, solicita que
se revoque el Plan Especial, que misteriosamente el gobierno
había aparcado sólo siete semanas antes de que Makarel
comenzara su andadura para hacerse con el proyecto.
¿Curiosamente?, el proyecto que presenta esta empresa
contiene porciones de texto que son literalmente idénticas a
las del proyecto público. Mas mmm…
¿No es sencillamente increíble que una empresa surja de la
nada y que compre fincas sujetas a un Plan que supuestamente
seguía en marcha pero que el gobierno había ya
misteriosamente aparcado tras la irrupción de estos
empresarios?
Será la Justicia quien diga si Vivas y su equipo incurrieron
en algún delito cuando decidieron paralizar un proyecto
urbanístico para que lo realizara una empresa privada, a la
que se le concedió una premura administrativa y unas
facilidades asombrosas. A Vivas no le han exculpado desde la
Fiscalía. Más bien todo lo contrario. Textualmente el fiscal
dice: “a la vista de la posible existencia de infracción
criminal procede formular denuncia pero sin concretar en
personal alguna habida cuenta la generalidad de lo actuado”.
Los sorprendentemente similares titulares de la prensa
mayoritaria local crean una cortina de humo que desconcierta
al ciudadano. El fiscal no sólo no exculpa, sino que ha
decido denunciar ante el Juez porque entiende que hay
posible delito, no sólo de Vivas, que firmó tanto la
aprobación como la revocación sino de otros muchos mas.
Que Yolanda Bel, como portavoz del gobierno, diga que el
Fiscal no ha encontrado delitos en la persona de Vivas es
sencillamente manipular a la opinión pública con mentiras.
El PSOE ha hecho lo que tenía que hacer: denunciar un oscuro
asunto que a cualquier ciudadano de a pie le huele a simple
y rancia chamusquina.
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