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OPINIÓN - JUEVES, 18 DE ENERO DE 2007

 

OPINIÓN / ESPAÑA CAÑÍ

Un siglo y un día
 


Nuria Van Den Berghe
nuriavandenberghe
@elpueblodeceuta.com
 

¿Qué murmuran con sonrisa aviesa? ¿Qué si ayer no escribí porque me cortaron la luz y mi ordenador se negaba a funcionar, ni aunque le tratara de sobornar poniéndole en lo alto el panecillo integral viudo , que es mi cena ,para motivarle? Yerran. Fui de visita a una cárcel madrileña, cinco horas p´allá, cinco horas p´acá, con cuarenta minutos perdidos entre cafés, pipises y una frugal colación y no llegué a tiempo. Además pueden ahorrarse las fulminaciones inmotivadas, ya que están hablando con una persona que puede llegar a ser alguien importante en el mundo del artisteo. ¿Qué si voy a hacer algún posado robado en plan destape para mover a la compasión a las gentes y recaudar limosnas? Vale, no tengo una gran masa corporal, pero lo que me falta en chichas me sobra en ingenio y me han propuesto representar a un personaje que sale hoy a partir de las cinco y cuarto de la tarde en el programa que haya a esa hora en Antena 3. ¿Qué de quien se trata? Bueno, les daré la primicia, sale mi compadre Luis Fernández Reyes, patriarca gitano y artista donde los haya, en la estela del Camarón y que, cuando cantaba en el patio de la cárcel, se paraban hasta los gorriones a escucharle y cuando baila por zapateao, quita el sentido del arte que tiene. El tío Luis era una institución en Alhaurín de la Torre, donde pasó larguísimos meses por un problemilla de nada, una confusión, pero allí intimó con todos los malayos, especialmente con Julián Muñoz y con Roca.

Vamos, que se hicieron compadres, se dieron la mano con un apretón fuerte y se abrazaron palmeándose las espaldas, como hacen los hombres. Y cuando un patriarca gitano da la mano lo hace para ciento un años, lo que representa un año y un siglo de lealtad inquebrantable y de hermanamiento pero ¡Ay de quien falte al respeto!.

Veintiocho días se tiró el patriarca chapado veintidós horas y con peligro de ser trasladado a un régimen más duro por defender el honor de su prima Isabel Pantoja y partirle la boca a un marroquí que la había insultado faltándole a la honra. Y a una gitana no se le puede faltar si hay calós presentes, porque se lía. Natural. Son las leyes del respeto, leyes ancestrales, hermosas que vino arrastrando tras de sí un pueblo de nómadas que llegó a nuestra España hace quinientos años. Y aquí se quedaron formando parte de su historia mágica, aquí nos quedamos (y lo digo por la parte que me toca) para entroncarnos en el arte profundo y, de pronto, en esta tierra lastimada por los nacionalismos separatistas y por los independentistas de estómago agradecido, el pueblo gitano ha tomado conciencia de su españolidad absoluta, sin fisuras. No verán ustedes a un romaní separatista ni independentista, sino a gitanos españoles que parecen haber recogido la antorcha de la testiculina y de la incorrección política de Rodrigo Díaz de Vivar, de Pelayo, allá por las montañas de Covadonga, donde reina la Santina… Un compacto núcleo español, sin fisuras, los egipcianos llegaron y eran caldereros, nunca se les miró con excesivo cariño y aún hoy les llaman “ladrones de gallinas”.Sí.Entran una a una finca y roban una gallina para comer ese día.

Pero no llegan con un portafolios a embargarla porque al amo le haya ido mal la cosecha y no haya podido responder ante los usureros de la banca privada. Del pueblo caló, los pocos complejos, la resistencia a la moral onegetista y grimosa imperante y el respeto a las raíces y a los valores tradicionales. ¿Qué si representaré al Luis Fernández Reyes? No lo sé, quiero verle primero esta tarde para evaluar, lo miran también ustedes y me dan su opinión.
 

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