Les decía, ayer, que no sabía los
motivos por los cuáles los pesos pesados de los partidos,
eran apartados de la política e incluso enviado al
ostracismo. Y, si mal no recuerdo, a mi modesto entender
habían dos causas, una de ellas que habían cumplido con la
misión encomendada y otra que algún mandamás tuviese la
certeza de que, algunos de estos pesos pesados, les pudiesen
mover el sillón.
Para ello ponía como ejemplos los caso de Vázquez, Bono e
Ibarra, tres auténticos pesos pesados de gran valor político
que han pasado de ser primeros espadas a la reserva sin que,
algunos de los españolitos de a pie, lo hayamos entendido.
Del mismo modo, en ese escrito, también decía que el asunto
de mandar a algunos pesos pesados de los partidos al
ostracismo, no sólo se daba a nivel nacional sino local.
Porque como decía la sabia de mi abuela "en todas partes
cuecen habas".
Al hablar de nacional y local, la diferencia que encuentro
es que, en los ejemplos puestos a nivel nacional con pesos
pesados del PSOE, no entiendo ciertas posturas, mientras a
nivel local de esta tierra nuestra entiendo, perfectamente,
las causas y motivos que van a llevar, a algún mandamás, a
tratar de enviar al ostracismo político, como ya hiciera con
varios de ellos, a un destacado miembro de su partido.
Tan destacado es que, desde mi particular punto de vista,
para ciertas misiones el mejor, con diferencias, que tienen
los populares entre sus diputados en la Asamblea. Pero, ese
destacado miembro que ocupa, en la actualidad, un acta de
diputado tiene todas las papeletas para pasar a la "reserva"
aún a sabiendas, en su propio partido, que no tienen otro
con capacidad cultural y política suficiente para ser el
peón de confianza de Juan Vivas.
Sería un enorme error político que, el candidato a la
presidencia del Partido Popular, Juan Vivas, aceptase
quedarse sin la colaboración de Carreiras, el hombre que, en
determinados momentos, es el más capacitado para sacarle de
cualquier atolladero, actuando como el mejor peón de
confianza que pueda tener. Demostrado ha quedado, en cuantas
ocasiones ha tenido que intervenir, Emilio Carreira,
enfrentándose a la oposición para defender, en nombre de su
partido, cualquier tema llevado a pleno.
Cuando dejó de ser portavoz del gobierno, quedó más que
demostrado que a pesar de los esfuerzo realizado por quienes
le sustituyeron, nunca estuvieron a su altura. Hay que
reconocer que es difícil estar a la altura, de quien atesora
todas las cualidades que hay que pedirle a un portavoz del
gobierno. Unos grandes conocimientos políticos y culturales,
a los que une un verbo fácil que para si quisieran muchos
políticos de altura.
Desde luego, esto lo tengo de una claridad meridiana, si yo
fuese Juan Vivas que, por supuesto no lo soy, jamás dejaría
que quitasen de la lista, de los hombres y mujeres que me
tienen que acompañar a las elecciones a Emilio Carreira. No
es por nada, simple y llanamente, porque es le mejor peón de
confianza que puedo tener a mi lado, con capacidad
suficiente para frenarme los golpes de la oposición.
Este consejo, Juan, es gratis no te loco cobro.
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