“El gobierno no escatimará ningún esfuerzo para la
liberación de los cuatro marroquíes que permanecen aun
detenidos en Guantánamo”, afirmaba el miércoles 10 de enero
ante la Cámara de Representantes en Rabat el ministro de
Asuntos Exteriores y Cooperación, Mohamed Benaissa,
explicando que según un informe fechado el 16 de mayo de
2006 por el Pentágono la cifra total de los detenidos en
Guantánamo sería de 759 presos, “18 con nacionalidad
marroquí”.
En agosto de 2004 llegaban a Marruecos cinco de los
detenidos, entre los que se encontraría Abdallah Tabarek,
quien habría abandonado Casablanca en 1989 llegando a ser
guardaespaldas de Osama Ben Laden. Tabarek fue capturado
tras la batalla de Tora Bora en la que huyó, como señuelo,
con el teléfono móvil del conocido líder terrorista. Dos de
los mismos (Benchekrun y Mazuz) ingresaron en prisión,
mientras que tres de ellos (Tabarek, Chkuri y Uzar) habrían
permanecido hasta el momento en libertad bajo fianza.
Todos están acusados de “pertenencia a banda criminal, no
denuncia de crímenes contra la seguridad del Estado, apoyo a
un grupo criminal a través de la transferencia de fondos
entregados a marroquíes que constituyen una banda criminal
para perjudicar los intereses marroquíes y participación en
la falsificación de pasaportes”.
Hasta el momento la Administración norteamericana afirma
haber liberado a nueve presos, detenidos en diferentes
operativos principalmente en Pakistán y Afganistán: cinco
fueron liberados en agosto, 3 en febrero de 2006 y 1 en
octubre del mismo año. Varios de ellos, con doble
nacionalidad, habrían sido transferidos a países europeos
donde constaba su residencia: Reino Unido, Frania, Bélgica y
España (el famoso caso de Hamed Abderramán Ahmed, el “talib”
ceutí).
La sala de lo Criminal de primer grado del Tribunal de Rabat
aplazó en diciembre, hasta el 19 de este mes, el caso de los
cinco marroquíes anteriormente citados devueltos al país por
las autoridades norteamericanas desde la base naval de
Guantánamo.
Finalmente el próximo jueves 26 de enero se verá la vista,
ante la Corte de apelación de Salé, de cincuenta islamistas
(entre ellos las mujeres de dos pilotos de la RAM) detenidos
durante el pasado verano acusados de pertenecer al grupo
terrorista de “Ansar El Mhedi”. Entre los mismos, se
encontrarían, por primera vez, varios militares y miembros
de las fuerzas de seguridad del Estado integrados en una
banda armada.
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