Todos los pasajeros corriendo mientras parpadean los
televisores de la sala y él, aturdido, apenas si vislumbra
la razón del caos que se le avecina segundo a segundo; sólo
cuando el fluorescente color de los chalecos salvavidas
empezaron a colocarse en las espaldas, tuvo conciencia de lo
que ocurría. Este podría ser el relato de un naufragio en el
que el protagonista llegase tarde para salvar su vida, todo
ello porque él pertenece al colectivo de los discapacitados
auditivos. Precisamente por esta circunstancia, la
asociación que agrupa al mentado colectivo en Ceuta (más de
200 personas), la Autoridad Portuaria ceutí y los
representantes de las navieras que operan en la ciudad, se
reunieron ayer para plantear un protocolo que facilite y de
seguridad al viaje de quienes sufren de incapacidad
auditiva.
Dicho protocolo, tal y como explicaba ayer José Torrado,
presidente de la Autoridad Portuaria, es el producto de una
reunión previa de éste con Javier Sánchez, representante de
la Asociación de Disminuidos Auditivos de Ceuta, quien le
expuso la problemática con la que se encuentra el colectivo
desde el mismo momento del embarque. Con posterioridad,
Torrado realizó una toma de contacto con las navieras
“quienes demostraron su sensibilidad por el tema, aportando
nuevas ideas” tal y como ha dicho el responsable portuario.
En realidad, el protocolo es tan sólo un “punto de partida”
como comentaban los presentes en la citada reunión, basado
en cuatro elementos iniciales. En primer lugar, se va a
desarrollar una campaña de sensibilización e información
para que el resto de la ciudadanía sea consciente de la
situación cuando se encuentre con ellos en los barcos; en
segundo lugar, la creación de una pegatina que identifique
al colectivo y poder facilitar, así, su tránsito y ayuda en
su caso; asimismo, en tercer lugar, ampliar la campaña y el
uso de las pegatinas a los vehículos (para que no se
obstaculice el desembarco, ya que no escuchan la puesta en
marcha de dichos vehículos); y, como cuarta propuesta,
abundar en una puesta al día de las comunicaciones de las
incidencias (como pueda ser el cierre del puerto por
temporal) y de las normas genéricas de seguridad que deben
recibir visualmente.
Seguridad
En el terreno de la seguridad, Sánchez había pedido a las
navieras que se incluyesen en buena parte de los buques
luces rojas destellantes para caso de emergencia, pero esa
inclusión significaría una alteración del Convenio
Internacional de Seguridad emitido por la Organización
Marítima Internacional (OMI), y supone la puesta en común de
todos los países integrantes, lo que es un hecho que se
dilatará (en caso de ser atendida la propuesta del colectivo
a través de los organismos correspondientes) en el tiempo.
No obstante, y como explicaban los representantes de la
navieras, existen ya, dentro de las medidas unificadas por
la OMI, señales como el parpadeo de los televisores, “quizás
lo que haya que esmerarse en lo inmediato, es en explicar al
colectivo de qué manera se desarrollan estas señales de
aviso” han puntualizado.
Torrado, finalmente, comentaba que esta ha sido una reunión
a la que seguirán otros colectivos “para ir mejorando
paulatinamente las condiciones del paso de toda la
ciudadanía, sin que nadie sufra una discriminación
infraestructural”.
Sobre los costes de la campaña no hay previsión, habida
cuenta de que fundamentalmente se trata de manuales,
pegatinas y una buena señalización al respecto en los buques
de pasaje entre Ceuta y la Península, “lo más costoso ya se
ha superado, y era la concienciación de todas las partes y
el ponernos en funcionamiento” apuntaba José Torrado.
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