Hay cosas que, incomprensiblemente
para el personal de a pie, ocurren en todos los partidos
políticos tanto a nivel nacional como a nivel local. Esas
cosas que ocurren no son otras que la desaparición de las
formaciones políticas de auténticos pesos pesados, para la
cuales dan unas explicaciones que, algunos españolitos, no
entendemos. Y que conste, me reitero, que la desaparición de
esos pesos pesados, de los partidos políticos, se realizan
tanto a nivel local como a nivel nacional.
Ante la falta de explicación del cese de todos ellos, uno en
su ingenuidad en el asunto se pregunta: ¿Los hacen
desaparecer del mapa político por qué ya han cumplido su
misión o por qué, en realidad, son un auténtico peligro por
su categoría qué, en un momento determinado, pueden moverle
el sillón a los qué mandan?.
Dejando en el aire la pregunta, para que la contesten los
entendidos en la materia, en el supuesto que pueden
entender, incluso ellos, algo de esto, vamos a tratar de
estudiar algunos caso que no conseguimos entender. Vázquez
alcalde la Coruña, auténtico peso pesado del PSOE en
Galicia, es enviado al Vaticano, cuando de haberse
presentado a las elecciones Autonómicas gallegas hubiese
barrido, asegurándoles, en unas elecciones generales, todos
los diputados gallegos a su partido puesto que, una vez
retirado Fraga al que, por cierto, han necesitado unir todos
los restantes partidos que se presentaron y consiguieron
diputados en las elecciones para poder derrotarlo y sólo por
un diputado, el ex alcalde de la Coruña hubiese conseguido
una mayoría socialista que no hubiese necesitado la ayuda de
ningún partido para gobernar.
Por qué razón, Vázquez, ha sido destinado al Vaticano cuando
podía haberle dado, al partido socialista una mayoría
absoluta en Galicia. No lo entiendo y mucho menos, cuando
con el gobierno de Touriño, las multinacionales se están
marchando de las tierras gallegas, con lo que ello supone en
la perdida de puestos de trabajo que, sin duda alguna,
acarreará la perdida de miles de votos, dándole, de nuevo, a
los populares la oportunidad de volver a gobernar en
Galicia. Con Vázquez, no cabe la menor duda de que nada de
esos, de la huida de las multinacionales de tierras
gallegas, se hubiese producido.
Con Vázquez también desparecen, Bono y Ibarra, otros dos
pesos pesados que habían sabido ganarse el respeto de todos,
tanto de izquierda como de derecha. Bono dimite de su cargo
de ministro e Ibarra se marcha por cuestiones de salud. Caso
curioso, ninguno de los dos estaban de acuerdo con el
Estatut de Cataluña, y así lo expresaron en cuantas
ocasiones tuvieron que hacer declaraciones sobre el mismo.
Extremadura, sin Ibarra al frente de la elecciones en
representación del partido socialista, se puede perder. Y
si, eso, sucede el problema que se le presentaría al PSOE
sería difícil de resolver, pues en las próximas elecciones
generales, un diputado va a valer su peso en oro.
Tal y como está la situación, en intención de voto, el más
mínimo descuido, como puede ser no ganar en algún feudo que,
ya, se contaba con él, podría llevar a la perdida de las
elecciones. ¿O no?
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