Uno a uno, desde este pasado fin
de semana, los portavoces de los grupos políticos
representados en la Asamblea han ido pasando por el despacho
de la Presidencia de la Ciudad Autónoma de Ceuta. ¿La
causa?, el presidente del gobierno ceutí, Juan Vivas ha
expuesto individualmente los argumentos tratados en Madrid
en el marco de la III Conferencia de Presidentes así como el
diseño concreto de lo que se ha solicitado al Ministerio de
Administraciones Públicas en función de los acuerdos a los
que se pretenden llegar para un pequeño aumento en el
autogobierno de Ceuta.
Ahora cuando todos pueden decir que conocen por boca del
propio presidente la estrategia de la Ciudad Autónoma para
su avance como administración, no cabría otra posición que
la del apoyo en lo que significa el desarrollo competencial
de la ciudad y la evolución lógica -por madurez- del propio
autogobierno.
Hay que reconocer que se trata de Ceuta y su futuro, un
argumento lo suficientemente importante como para que las
estrategias particulares de los partidos políticos
representados en el arco parlamentario ceutí no enturbien
logros que signifiquen avance político en el peso
administrativo de la Ciudad Autónoma.
La altura de miras y la unión de partidos en lo tocante a la
progresión de Ceuta en su aspiración autonómica, hasta
alcanzar ¿por qué no? los objetivos definidos en la
Transitoria V, debe ser una prioridad en la acción de los
políticos a los que les ha tocado el ‘turno’ histórico de
ayudar a que el territorio alcance el nivel de autogobierno
suficiente, aderezado de aluna co-gestión importante, como
para no sentirse diferente a las restantes regiones que
conforman el actual modelo territorial del Estado.
Con este sentido de Ceuta, los partidos políticos ceutíes
debían darse una nueva oportunidad. Nunca es tarde...
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