Lastrado por un primer tercio pésimo en el que tan solo sumó
seis puntos de 30 posibles, -seis empates y cuatro derrotas
en las primeras diez jornadas-, la AD Ceuta cierra la
primera vuelta en una situación delicada con 20 puntos, tres
menos que la temporada pasada con Ramón Calderé en el
banquillo cuando se ‘fue’ a los 23 puntos, tras las primeras
19 jornadas de Liga.
Los caballas, tras el cuarto empate en el Murube donde tan
solo firmaron tres victorias ante el Cerro Reyes Atlético,
el Málaga ‘B’ y el Villanueva, están ‘anclados’ en la
posición decimosexta, la que obliga a jugar las
eliminatorias por la permanencia con los quintos por la cola
de los grupos I, II y III; en estos momentos el Ceuta se
jugaría la continuidad en la categoría con el Orientación
Marítima canario, el Alfaro y el Eldense.
El equipo de Carlos Orúe ha pagado muy caro, además del
paupérrimo arranque liguero, sus problemas para fabricar
fútbol y materializar las oportunidades de gol y errores
puntuales en defensa que el rival casi siempre aprovechó
para marcar. Y es que algunos equipos necesitaron muy poco
en ataque para batir a los guardametas del equipo caballa.
No obstante, en la trayectoria de la AD Ceuta en la primera
vuelta existe un antes y un después. El punto de inflexión
se produjo en el Francisco de la Hera cuando el conjunto
blanco derrotó al Extremadura con un gol de Diego Herrera.
El Ceuta se embolsó entre las jornadas undécima y
decimonovena (nueve encuentros) 14 puntos de 27 posibles; un
botín aceptable producto de cuatro victorias, dos empates y
tres derrotas. Pero el gran déficit de puntos no le ha
permitido a los ceutíes ‘escapar’ del puesto de promoción,
aunque sí abandonó los últimos cuatro lugares de la tabla.
A pesar de enfrentarse en el arranque del año a dos equipos
potentes, con hechuras para estar entre los cuatro primeros,
el Ceuta ha dejado escapar la oportunidad de sumar más
puntos, porque ni el Real Jaén ni el FC Cartagena han estado
finos ni se han comido a nadie. A los jiennenses parece que
el parón navideño les ha sentado mal y los cartageneristas
llegaron a Ceuta después de una semana convulsa en la que se
marcharon el técnico y el secretario técnico por sus
desavenencias con el presidente.
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