De plausible, cuando menos, hay
que considerar la propuesta que, entre otras de considerable
interés para Ceuta, el Presidente de la Ciudad Juan Jesús
Vivas va a someter al Ministro de Administraciones Públicas.
Estas medidas las ha concretado en la creación de un “fondo
de solidaridad para Ceuta y Mellilla, la solicitud a la
Seguridad Social de una bonificación del cincuenta por
ciento que afecte a todos los sectores de la actividad
privada y la implantación de un plus de residencia para
jubilados y pensionistas”.
A este último respecto es al que nos vamos a referir y nos
parece oportuno aclarar que en todos los estamentos públicos
y privados de la Ciudad funcionarios o empleados, sean de
carácter que sean, disfrutan de un plus de residencia que,
establecido ya hace muchos años, viene a paliar el
desarraigo que se produce a los residentes por su lejanía de
la península, la insuficiencia de servicios (Sanidad y
Enseñanza, por ejemplo) al tiempo que para favorecer el
arraigo de estos residentes (en 1956 el censo de habitantes
era superior al actual). Todo ello, también, avalado por el
legítimo derecho de asignar una pensión en función de los
emolumentos percibidos por razón del trabajo o servicio
prestado a cuyos ingresos se vino gravando con el Impuesto
de la Renta de las Personas Físicas correspondiente. Es
decir: que si los pensionistas han venido satisfaciendo el
IRPF por todos sus ingresos (incluido el Plus de Residencia)
en algunos casos, durante más de cincuenta años, lógico es
que se le tenga en cuenta esta aportación al Erario Público
para establecer la base de la pensión que, según ley de
vida, va a disfrutar, como mucho, unos quince años.
Pero seríamos injustos si no pusiéramos de manifiesto los
efugios, arterías o, en una palabra, los fraudes que podrían
llevarse a cabo, como hoy ocurre con la Declaración de la
Renta, de ciertas personas que, habiendo residido en la
Ciudad durante cierto tiempo, acabada su relación laboral
con la Administración o la empresa privada, se van a residir
a la península y aparecen una vez al año a depositar su
declaración para beneficiarse así del cincuenta por ciento
de bonificación establecida para los “residentes en Ceuta”
al tiempo que vería incrementada su pensión con el plus de
residencia que ahora comentamos. Habría, pues, que arbitrar
fórmulas a fin de controlar la residencia real, efectiva y
continuada de pensionistas para poder devengar este derecho
y evitar los fraudes de los que hemos hecho referencia.
No nos queda por menos que, hecha una breve síntesis de la
propuesta del Presidente de la Ciudad Juan Vivas referente a
la reclamación de un Plus de Residencia para pensionistas,
valorarla muy positivamente, como se desprende de nuestro
comentario, y apoyarla en todo su valor, cosa que creemos
deberían hacer los miembros de la oposición en la Asamblea
pues con ello, entendemos, no se persigue hace campaña
electoral ni se está promocionando ninguna sigla política.
Solamente se trata de reconocer y conseguir una vieja y
legítima aspiración de los pensionistas ceutíes.
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