Como era de esperar, la Ciudad (sus órganos de decisión) se
ha visto ‘impregnada’ por las ramificaciones de la
Conferencia de Presidentes autonómicos que, por tercera vez,
se reunía en Madrid con el Gobierno de la nación -en este
caso precedida por la ruptura unilateral de la tregua
presuntamente pactada con ETA como caballo de batalla del
Partido Popular, y con un orden del día en el que el I+D, la
inmigración y el agua eran sus protagonistas-; y, como era
de esperar, las reacciones de unos y otros tienen distintas
lecturas. A las afirmaciones, por parte de la presidencia de
la Asamblea ceutí, de que “la participación de Vivas ha sido
crucial para una posible visión esperanzadora de la
anunciada vista del ministro Jordi Sevilla a la ciudad”, se
han seguido otras en las que el acento recae en el propio
Ejecutivo central.
De esta manera, el delegado del Gobierno en la Ciudad
Autónoma de Ceuta, Jenaro García-Arreciado, matizaba a este
periódico (a través de su Gabinete de Comunicación) su
desacuerdo por la lectura unilateral por parte de Juan
Vivas, presidente de la Ciudad, sobre la autoría del avance
del proceso negociador entre el Ministerio de
Administraciones Públicas (MAP) y la propia Ciudad. Para
García-Arreciado, todas las partes han sido necesarias para
alcanzar acuerdos como los alcanzados, destacando en un
comunicado que “la III Conferencia de Presidentes ha
concluido con pleno acuerdo de todos los presidentes
autonómicos respecto a las propuestas sobre I+D+i que ha
planteado Rodríguez Zapatero, y otros de importante calado
en materia de política de agua y en política de
inmigración”.
No obstante, al contrario de lo declarado por Vivas con
respecto al más alto cargo del MAP, quien habría asegurado a
este su “inminente” presencia en la ciudad para solventar
los desencuentros institucionales, el cercano presidente de
la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, destacaba
este fin de semana que en sus conversaciones con Sevilla “no
abordó el asunto de su visita” a la respectiva ciudad, lo
que implicaría un doble rasero entre las dos ciudades, que
se han esforzado días antes de la cita en el Senado en
mostrar su ‘unidad de acción’ ante el aparato del Estado.
Imbroda, que no ha querido desvelar el contenido sustancial
de las conversaciones con el MAP, dijo que éste “quise
hablar tanto con él como con el presidente de Ceuta para
seguir las conversaciones encaminadas a lograr un acuerdo en
las pretensiones de ambas ciudades”; no obstante, el
presidente melillense ha subrayado en relación a dicha
visita que al Gobierno central no le “preocupa la ciudad”.
Imbroda había insistido en declaraciones a El pueblo de
Ceuta que había sido el delegado del Gobierno en Ceuta quien
había “deteriorado” las relaciones con el propio MAP tras la
conversación del mandatario melillense en los pasillos del
Senado con Sevilla, donde habría roto las negociaciones para
aumentar las cuotas de autogobierno de Ceuta y Melilla, lo
que llevó a Imbroda a calificar de “mentiroso” a
García-Arreciado.
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PP pide que el Gobierno pague en Baleares lo mismo que en
Ceuta
El Partido Popular, a través de
sus responsables en Baleares, han apuntado a Ceuta y Melilla
como punto de referencia para fijar el incremento salarial
del cinco por ciento a los funcionarios del Estado en
concepto de indemnización por residencia. Para el diputado
nacional Enrique Fajarnés, hay una diferencia cercana al
cuatrocientos por ciento “entre las nóminas que cobran
algunos trabajadores de las islas con respecta a lo que se
percibe en la península”, instando al Gobierno que, en un
plazo no superior a tres meses, “la cantidad que se perciba
en concepto de indemnización por residencia queden
equiparadas a las que se cobra en la ciudades autónomas de
Ceuta y Melilla” insistiendo que estos cambios deben afectar
al sector público estatal con residencia en las propia islas
Baleares. Argumentos que fueron expuestos en la Conferencia
de Presidentes, paralelamente.
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