Perplejos y confusos ha dejado a muchos, a algunos incluso
apreciablemente cabreados, la iniciativa del Partido Popular
de reclamar que se desconvoquen las manifestaciones contra
el terrorismo de ETA programadas para este sábado en Madrid
y en Bilbao. ¿A qué juega el PP, tal vez a disponer para su
uso exclusivo y el de la AVT de las calles españolas para
gritar contra el gobierno de Zapatero, y no contra las
acciones criminales de la banda ETA?
Las argumentaciones que emplea el PP son escasamente
aceptables... salvo para la situación de "oposición total y
rotunda" que el PP ya viene haciendo, posiblemente alentado
por las encuestas electorales que vienen señalando que
"ahora o nunca", podría producirse el relevo de Zapatero y
el regreso al gobierno del PP. En este sentido, muchos
militantes del PP vienen alentando tal esperanza con el
envío de centenares de mensajes telefónicos que se limitan a
expresar su convencimiento-deseo íntimo de que Zapatero, que
"llegó por Atocha, deba irse por Barajas"...
Así las cosas, el PP emplea el comunicado en que pide la
desconvocatoria para atacar la presunta ambigüedad y falta
de liderazgo del presidente del Gobierno y de una "política
clara" en materia de terrorismo. Puede no ser coincidente
con la política antiterrorista del PP, marcada por el Pacto
Antiterrorista que precisamente elaboró Zapatero en su
momento, hace seis años, y que Aznar firmó con mal gesto y
ningún deseo de que nadie le enmendara esa plana... Pero,
después de todo, si en algo no puede ser profesor el PP es
en materia antiterrorista, que encajó el broche final de 200
muertos en un acto terrorista que ni llegó a imaginar de
dónde le podía prevenir.
Sobre una cosa sí tiene razón el PP y muchos analistas: que
la convocatoria de las dos manifestaciones han estado
rodeadas de controversia y polémica. Pero precisamente se
han tratado de superar todas las dificultades para que nadie
se sintiera incómodo en ninguna de las dos manifestaciones,
y en ambas quedará clara la coincidencia del "todos contra
ETA", como explicaba Cándido Méndez, uno de los convocantes.
No es improbable que en su "todo vale contra Zapatero", el
PP y Rajoy y sus colaboradores hayan cometido uno de sus
errores de mayor calado, el de pretender que "sus"
manifestaciones, las del PP-AVT, contra Zapatero son las
buenas, y las del resto de los ciudadanos no son adecuadas,
pertinentes ni convenientes.
O como hubiera dicho el fundador del PP, Manuel Fraga en su
momento de máximo poder, de ministro de Franco, "la calle es
mía".
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