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Cuando un sindicato médico
advierte que, o se subsanan los “graves problemas” con los
que cuenta el hospital civil en todos sus ámbitos, o “tiran
de la manta” y amenazan con “contarlo todo”, es para –cuanto
menos- inquietante como usuario.
El aluvión de quejas sobre la prestación del servicio en el
hospital, derivados bien de la coordinación médica; bien de
la falta de especialistas; por la falta de personal
sanitario o no sanitario; por el hecho –también- de no
contar con materiales en perfecto estado de uso; por la
falta de un montacargas que funcione…, es bien extensa.
Los damnificados sobre la gestión de este recinto
hospitalario se encuentran en todas y cada una de las
aristas que conforman en sí mismo el ámbito de la sanidad
pública en Ceuta.
Son damnificados los médicos, los ATS, el personal no
sanitario, los que tienen responsabilidad en la gestión y,
por supuesto y por encima de todo, el usuario contribuyente.
Los médicos porque son pocos y los que están no pueden
abarcar tanta demanda; los ATS porque en no pocas ocasiones
deben redoblar esfuerzos para atender a tantos; los que
tienen responsabilidad en la gestión porque su trabajo queda
en entredicho ante la poca atención que el INGESA presta al
día a día de las necesidades reales de un hospital como el
de Ceuta.
Y son seriamente damnificados los usuarios contribuyentes de
la sanidad pública con derecho a recibir una prestación de
servicio adecuada y acorde a lo ejemplarizante que debiera
resultar la gestión del Estado ante otras similares en manos
autonómicas; máxime cuando Ceuta y Melilla sólo cuentan con
unos 160.000 potenciales usuarios de derecho.
Sin embargo, cuando por órdenes no confesadas por el
Gobierno central, los servicios sanitarios en Ceuta deben
atender a la población de la provincia de Tetuán, la ratio
prevista y contemplada en los presupuestos entre población y
médicos-ATS se desborda.
Sólo en 2006 las atenciones a marroquíes realizadas en los
servicios de Urgencias del Hospital Civil del Ingesa en
Ceuta ascendieron al 40% del total. Por poner otro ejemplo,
el Hospital ‘Virgen del Rocío’ de Sevilla contabiliza una
media de unos 300 pacientes en Urgencias. En Ceuta, esta
media se sitúa próxima a los 200. Hay que tener en cuenta
que la ciudad cuenta con una población de 76.000 habitantes
y el área de influencia del ‘Virgen del Rocío’ de la capital
andaluza es de algunas decenas de miles de habitantes más.
El Estado no debe jugar con la salud de los ceutíes.
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OPINIÓN / EDITORIAL
