Aunque pueda parecer lo contrario,
el asunto de los Reyes Magos aún no ha terminado. Tardará en
finalizar la cosa, al menos, tres o cuatro días más. La
explicación, a todo ello, es bien sencilla, teniendo en
cuenta que muchas de las cosas que les han traído los magos
de oriente o no les quedan bien o no son de su gusto, con lo
cual empieza la operación “devolución”. Y es ahí,
precisamente, cuando esta operación se dé por terminada,
cuando en realidad, habrán finalizado su trabajo los Reyes
Magos.
Los grandes almacenes y los no tan grandes, que de todo
tiene que haber en a viña del Señor, están perfectamente
preparados para esta operación de devoluciones y cambios que
se produce al día siguiente de la festividad. A quién, por
ejemplo, no le han traído los reyes algo qué les queda
grande o qué tiene cierta tara que hace que el asunto no
funcione como debe funcionar. Sin temor a equivocarnos, casi
se puede asegurar, que la cincuenta por ciento del personal.
La solución, a todos estos problemas está, en las llamadas
operaciones de devoluciones o cambios y para que esto se
pueda producir, es decir las operaciones de las devoluciones
o cambios, es necesario que hayan conservado el tiket de
compra que les fue entregado, sin ese tiket que les será
exigido, sin duda alguna, no podrán optar a ninguna de ambas
operaciones antes citadas.
Y ese es el primer problema que nos encontramos, a ver dónde
está el tiket en cuestión. En la búsqueda del mismo empiezan
las discusiones familiares porque, unos se acusan a los
otros de ser el poseedor del dichoso tiket, que no hay forma
de encontrar. Que si lo tienes tú, que yo no lo tengo que me
acuerdo, perfectamente, que te lo entregué a ti, mientras
tomábamos un café. Que te juro que tú no me distes nada en
la cafetería. Se callan, ambos dos, piensan un momento y uno
de ellos, de pronto dice: a ver si se lo has metido, sin
darte cuenta, en la bolsa que le diste a tu sobrino con su
regalo. El otro contesta, oye pues puede ser. Rápido
teléfono móvil que para eso se tiene y a llamar al sobrino
para ver si él tiene el dichoso tiket. Y se obra el milagro,
el sobrino encontró el tiket. Se acabó la discusión. Con el
tiket en la mano, derechos a descambiar la rebeca de turno
,que las mangas le quedan por las rodillas.
Lo peor, de esto casos, es cuando el dichoso tiket no
aparece por ningún lado, cómo hacer algunas de las
operaciones citadas. Eso, hay que reconocerlo, es un gran
problema. Se discutirá sobre quién es el poseedor del dichos
tiket y, cosas normal se acusarán unos a otros de ser el
causante de la perdida del mismo. No se pondrán de acuerdo
y, al final, alguien pedirá calma alegando que conoce al
padre o la madre de la chica que le atendió, que se acordará
del asunto y no se tendrán problemas para hacer alguna de
las operaciones de devolución o cambio. Y allá que van al
establecimiento donde está la chica en cuestión, sin saber
que van a poner en un gran compromiso porque, sin la entrega
del tiket, no podrá hacer devolución o cambio alguno.
Saldrán del establecimiento diciendo que la chica no se
parece a su padre o a su madre que son unas buenas personas
pero que ella, es una creída y, sobre todo, una enterada
incapaz de hacerle un favor ni a su propio padre. Les deseo
que hayan encontrado los tikets.
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