Después de pasados seis rounds
entre los principales contendientes para el campeonato
nacional de los pesos pesados entre J.R. Zapatero (campeón)
“el Monclovita” y M. Rajoy (aspirante), se aprecia una
ligera ventaja a los puntos del “Genovés” y así lo muestran
distintos medios de comunicación entre ellos el diario El
Mundo que, ya antes de la celebración de este combate, daba
una pequeña ventaja al púgil aspirante al trono, atendido en
su rincón por los segundos Zaplana (“El dóberman” de
Benidorm) y Acebes (“El Justiciero”), ambos con gran
experiencia en las artes boxísticas tanto por su
participación en duros combates (velada extraordinaria del
11 M) como una larga trayectoria y agotadores entrenamientos
en grandes recintos y parajes muy conocidos por ellos y en
comparecencias mediáticas.
Por parte del actual detentador del título, llegado al
estrellato sin haber pasado anteriormente, como es
preceptivo, por categorías inferiores se dispone de un
equipo de ayudantes que, como Maria Teresa (“de la Vogue”),
Pepiño Blanco (El “Despetivo”), López Garrido (“El Speaker”)
y P. Rubalcaba (“El Sabio de Solares”), todos expertos
combatientes, si exceptuamos “al Terror do Palas do Rei”
que, aun cuando con experiencia en confrontaciones menores,
hasta ahora no había participado en disputas como en las que
ahora interviene.
Este séptimo asalto del combate estelar de la velada se ha
disputado sin que ninguno de los ayudantes tire la toalla en
señal de abandono, es más, cada uno, por su lado, expresa su
particular opinión de la pelea y así vemos como por parte
del “Genovés” se saca la conclusión de que, dada la cerrada
guardia del contrario no ha sacado nada en claro, pues en
ningún momento su oponente ha mostrado amagos o ademanes de
golpeo definitivo, emplazándolo a un nuevo escenario, el
edificio al que por algo se le llama el de “Los Leones”,
para dirimir o componer, ante el numeroso respetable allí
congregado, sus diferencias y que sean los asistentes y su
correspondiente divulgación a través de la televisión, radio
y periódicos, quienes dejen testimonio de sus actuaciones
para general conocimiento y constancia.
Por el poseedor del título nacional, después de tan agotador
combate, no se ofrece rueda de prensa ni declaraciones a los
medios. No procede así su auxiliar “De la Vogue”, conocedora
de la fina esquiva y depurada sapiencia boxística de su
contendiente, quien expresa su opinión de que el aspirante
se va a equivocar, una vez mas, y va a hacer un flaco favor
a sus partidarios y a los intereses generales de este noble
arte pugilístico caso de no prestar atención o hacer oídos
sordos a las series de golpes que le viene asestando el
“Campeón de la Moncloa”, lo que poco menos que supondría la
hipoteca de su futuro.
A todo esto, a un espectador desconocido por parte del púgil
MR y a quien ZP ha invitado a este combate, se le recuerda
el largo comino que tiene que recorrer si quiere llegar a
presenciar o participar en esta contienda y así se llega al
final del combate no sin antes, dado nuevamente el resultado
de mach nulo del mismo, producirse el reto del aspirante a
una nueva pelea en escenario propicio y dándose cumplimiento
a lo pactado para la eliminación de participantes
terroristas y siguiendo la Ley de Partidos que debe imperar
en estas confrontaciones.
|