Francisco Javier Molina es el último valor del club ‘Los
Delfines’ que ha llegado al equipo nacional de piragüismo.
Fran, que tiene 15 años y estudia cuarto de ESO, se
encuentra en Trasona (Asturias) desde el pasado mes de
septiembre concentrado con los mejores cadetes del país. El
joven deportista caballa reconoce que no es fácil dejar a la
familia y a los amigos para estar solo tan lejos de casa,
pero le apasiona el deporte que ha elegido, cree en sus
posibilidades y es consciente de que para llegar lejos
“tienes que estar metido en la rueda”, en referencia a su
inclusión en el combinado cadete.
Sus inicios se remontan al 2002 cuando decidió empezar en el
club ‘Los Delfines’ porque “mi padre y mi tío habían hecho
piragüismo y me comentaron que es un deporte muy bonito, muy
completo, de los que enganchan. Decidí probar, me gustó y
sigo practicándolo después de cuatro años”.
Fran ha elegido una modalidad muy dura, que tiene poca
repercusión en los medios de comunicación españoles donde el
fútbol lo acapara casi todo. “Es un deporte muy duro, que te
exige un gran sacrificio y muchas horas de entrenamiento. En
el equipo nacional nos hacen muchos controles y muchas
pruebas, pero según el seleccionador doy la talla. Vamos a
intentar explotar mis cualidades y ya veremos hasta dónde
puedo llegar”.
De su experiencia en el CAR de Trasona donde lleva cuatro
meses, explica que “antes de decidir marcharte le das muchas
vueltas a la cabeza porque en Los Delfines dispongo de unas
condiciones óptimas para entrenar; pones en una balanza lo
que ganas y lo que pierdes... y decido irme por muy duro que
sea el alejarte de tu familia. Se trata de subirte al carro
del equipo nacional para intentar llegar lejos en este
deporte”, subraya.
Fran incide en que “aún es pronto para sacar conclusiones
porque no hemos competido; nos hemos dedicado estos meses a
entrenar. En el segundo y en el tercer trimestre podré hacer
un balance, aunque estoy contento porque a uno siempre le
gusta que le digan que vales”.
Además de los entrenamientos, el palista caballa estudia
cuarto de ESO por lo que de lunes a viernes apenas dispone
de tiempo libre. “Me levanto entre siete cuarto y siete
media, desayuno a las ocho, estoy toda la mañana en el
colegio, al mediodía como en el centro, directamente me voy
a estudiar hasta las cinco de la tarde y a partir de esa
hora toca entrenar cuatro horas. Ceno y si no estoy muy
cansado me pongo a estudiar”.
El nivel, según Fran Molina, es “muy alto” porque “hay
palistas de muchos sitios, que son los mejores”.
Existe una competencia sana entre los ocho cadetes
concentrados, aunque el piraguista ceutí reconoce que
“existe un pique, que pocas veces rebasa lo deportivo aunque
puede rozar lo personal... Hay que tener cuidado, aunque de
momento todos nos llevamos bien y espero que todo siga igual
en los próximos meses”.
Francisco Javier Molina regresó el domingo a Asturias,
después de pasar las Navidades en su tierra donde recargó
las pilas.
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