Sorprendido, auténticamente sorprendido. Así me he quedado
leyendo las declaraciones de Mohamed Ali, líder de la UDCE y
portavoz de este grupo en la Asamblea de Ceuta.
En un intento de forzar el sistema, aparece en los medios de
comunicación pidiendo que se considere como festivo local el
día que los musulmanes celebran la Pascua del Sacrificio.
Quede por delante mi mayor respeto a todas las personas que
profesan la religión musulmana. Que ninguno pueda
interpretar este artículo como ofensa hacia ellos.
Mohamed Alí, Licenciado en Derecho y abogado en ejercicio,
persona que entiende las leyes y todo lo que tenga relación
con la legislación española, demuestra con sus declaraciones
una de dos opciones. Primera, que desconoce el sistema.
Segunda, que lo conoce pero no quiere aplicar lo que no le
conviene.
Si se trata de la primera opción, estamos ante una persona
torpe. Pero, si es la segunda, estamos ante un listillo de
aúpa. No sé por qué tengo la impresión de que se trata de lo
segundo.
Alí, miembro de la Asamblea, sabe y conoce los reglamentos,
la normativa y la aplicación de la misma.
De igual manera, sabe que es la Asamblea (de la que forma
parte) el organismo que fija el calendario laboral y festivo
de cada año. Y él, dentro de el correspondiente Pleno de la
Asamblea, participó en la elaboración del calendario para el
año 2007.
Por todo ello, es totalmente inconcebible que pida al
presidente del gobierno autonómico que modifique ese
calendario a su antojo. Simple y llanamente porque no es el
gobierno de la Ciudad Autónoma quien designa los días que se
consideran como festivos en Ceuta.
¿Para qué expresa públicamente esa petición? Para que tenga
que salir Juan Vivas a responder que no se puede cambiar el
calendario y que no se puede atender lo solicitado.
Si con esto, Mohamed Alí, está intentando mostrar una imagen
de Juan Vivas contraria a la convivencia por no atender esa
exigencia, ocurre que Alí queda como un necio por su
terquedad e insistencia en la postura que acaba de adoptar.
Mire, señor Mohamed Alí, Juan Vivas ha dado innumerables
pruebas de su constante apuesta por la convivencia entre
todos los ceutíes. Lo ha defendido en todos los foros que ha
participado, en todas las intervenciones que ha realizado
con medios de comunicación nacionales.
No lo hace, como se suele decir, de boquilla, fingiendo,
sino con total convicción de lo que hace y dice.
Permítame un consejo. Si realmente desea que esa festividad
se recoja en el calendario local, presente una moción en la
Asamblea de la Ciudad de Ceuta, presente argumentos y
defienda allí el asunto. No lo saque de contexto, lo
traslade a la opinión pública, y no intente manipular a los
ciudadanos.
Claro que, también cabe la posibilidad de que haga estas
declaraciones en estos momentos, porque no tenga segura su
permanencia en la Asamblea después de las elecciones del mes
de mayo.
No crea que no he pensado esa posibilidad. Porque parece
que, en un por si acaso, usted pide este asunto antes de que
llegue el momento de aprobarlo en la Asamblea por si ese
pleno se produce después de mayo y ya no está en ella, o
pierde escaños, y esa posibilidad no le deja dormir
tranquilo.
Dedíquese a cosas constructivas, aplíquese en asuntos
positivos, ponga su colaboración en conseguir que Ceuta
progrese para que los ceutíes puedan mejorar. Déjese de
poner piedras y zancadillas en el camino y defienda, de
verdad, a todos los ciudadanos.
Usted sabe, a la perfección, que esta actitud es puramente
demagoga. De antemano conoce que lo que pide no es posible.
Pero, aún así, lo hace.
¡Qué fácil manera de hacer política! Única y exclusivamente
un montaje de publicidad de cara a la galería, al público,
sin base legal y sin cualquier otro argumento.
Necesito que demuestre más inteligencia la próxima vez. Creo
que es capaz de hacerlo. Le aconsejo que estudie si sus
actuaciones son justas, plurales y adecuadas, antes de
lanzarse sin paracaídas ante los medios de comunicación.
Su papel de jefe de la oposición le obligan a realizar una
oposición efectiva, de control del Gobierno, pero no le
permiten adaptar las normas a su antojo. Sea leal con su
profesión.
Quedan cinco meses para las elecciones. Será un tiempo en el
que la campaña electoral parece que ha comenzado desde hace
meses.
Su objetivo no es fácil. Debe demostrar al electorado un
buen trabajo para revalidar el escaño. ¿De verdad cree que
lo puede hacer? ¿Seguro que se puede presentar a las
elecciones con los deberes cumplidos?
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