La Ciudad Autónoma de Ceuta se encuentra situada en uno de
los centros de biodiversidad más importantes del ámbito
europeo: la cuenca mediterránea. Además, su ubicación
geográfica le otorga unas condiciones particularísimas en lo
que atañe a la diversidad biológica, estando en la
encrucijada de dos continentes, el europeo y el africano, y
de dos mares, el Mediterráneo y el Atlántico. A todo ésto se
añade el hecho de que constituye una de las dos únicas
regiones pertenecientes a la Unión Europea situadas sobre el
continente africano.
Las evidencias disponibles muestran que las actividades
humanas están erosionando el patrimonio biológico y
reduciendo su diversidad a un ritmo inaudito, especialmente
en un marco espacial como el europeo, donde la presencia del
hombre es muy importante desde épocas remotas. Este proceso
de empobrecimiento se hace especialmente patente en Ceuta,
donde las limitaciones de suelo han provocado y provocan una
elevadísima concentración de la presión antrópica.
La pérdida de biodiversidad deducida de la pérdida de
hábitats, es de tal magnitud que en la actualidad tan sólo
el 5 % de la superficie ocupada por masas arboladas
corresponde a formaciones arbóreas autóctonas, que además
están degradadas en mayor o menor grado.
De hecho, y sólo analizando el pasado más reciente, pueden
citarse numerosos casos de extinción local de ciertas
especies y de reducciones considerables de los efectivos
poblacionales de otras. A pesar de la regresión
experimentada por la mayor parte de los componentes bióticos
del entorno natural, actualmente aún persisten poblaciones
de especies de elevado valor de conservación. Este hecho,
unido a la situación geográfica de Ceuta y a sus avatares
paleobiogeográficos, tiene como consecuencia que las
comunidades florísticas y faunísticas presenten una
singularidad muy elevada, característica que se acentúa al
considerarla en el ámbito europeo.
Las causas de esta originalidad obedecen a la presencia de
taxones que pueden reunirse en dos grandes grupos de
naturaleza similar en cuanto a su tipo de distribución, y
que son los siguientes: Taxones de distribución
norteafricana, ausentes del continente europeo, ya sea a
nivel específico o subespecífico. Buena parte de los mismos
poseen además un carácter endémico en mayor o menor grado,
existiendo endemismos norteafricanos, marroquíes,
tingitanos, rifeños o nortingitanos. Es destacable la
existencia de un coleóptero (Euserica cambeloi) que, hasta
el presente, constituye un estricto endemismo ceutÍ; taxones
de distribución norteafricana e ibérica o europea. En este
caso, y aún tratándose de poblaciones idénticas desde el
punto de vista taxonómico, pueden existir diferencias en la
constitución del acervo genético debidas fundamentalmente a
procesos de deriva genética y aislamiento reproductor. Ello
hace interesante su conservación por su aportación al
patrimonio genético global de la especie. En cuanto a
conservación de la biodiversidad en el ámbito territorial de
la Ciudad Autónoma de Ceuta, el principal problema es la
destrucción o degradación de los sistemas naturales
provocadas por las actividades de origen antrópico como la
transformación de los usos del suelo, eliminación o
degradación de la cubierta vegetal, incremento de las
actividades ganaderas y sobrepastoreo, incendios forestales,
erosión del suelo, contaminación de suelos y aguas,
introducción de especies y genomas exóticos,mortalidad
directa por persecución, caza o recolección, por el uso de
métodos no selectivos de caza y de control sanitario de
especies y por el tránsito rodado y un uso lúdico-recreativo
del entorno natural de forma incontrolada.
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