Carlos Orúe evaluó el estado de sus jugadores tras el
descanso navideño y con un partido de alto voltaje a la
vuelta de la esquina en la rentrée de la Liga. “Después de
un parón cuesta otra vez arrancar porque los jugadores
agradecen el descanso, pero rompe un poco el ritmo... Creo
que estaremos al nivel de la mayoría de los equipos que han
tenido un descanso parecido al nuestro”.
En la vuelta al trabajo no hay caras nuevas, pero sí una
baja al marcharse Ian Mackay que llegó a un acuerdo con la
directiva blanca para rescindir el contrato. “Entendemos que
no debemos tener a nadie a disgusto en el equipo. El chaval
procede de un equipo importante y quiere tener minutos;
pensaba que aquí los tendría, pero él sabía que el Ceuta
contaba con dos guardametas competitivos y a nosotros nos
interesaba un portero que no ocupara plaza profesional...
Creo que es muy buen portero, pero sólo juega uno y ahí
están Basauri y Novoa. Ha entendido que iba a tener pocas
oportunidades y ha decidido marcharse para tener más
minutos”.
De los refuerzos invernales el técnico del Ceuta dijo que
“no está totalmente descartado que pudiera llegar un portero
joven, pero no es un tema prioritario. La directiva está
trabajando para reforzar el equipo y no sólo con jugadores
sub’23 porque también podría llegar algún futbolista mayor
de 23 años por lo que tendríamos que dar una baja”. Ni
cuerpo técnico ni directiva sueltan prenda en este asunto
porque primero se quiere tener atado el recambio y después
prescindir de un jugador que por lo precario de la plantilla
podría ser utilizado en las próximas jornadas.
Si no llega un tercer guardameta a Carlos Orúe le gustaría
tener “a un portero del filial o del Gimnasio Goyu-Ryu
entrenando con nosotros algunos días, para conocernos y
estar preparados por si tuviera que entrar en el equipo”,
concluye.
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