Resulta curioso que en mismo sitio que los jóvenes compran
los roscos de Reyes, años atrás también lo hacían sus padres
y abuelos. Y es que ‘La Campana’ lleva casi un siglo
endulzando los paladares de los ceutíes en esta época del
año. Jesús Manzanares, quien regenta este popular
establecimiento junto con Rafael García y Andrés León,
asegura que “mantenemos la tradición, ya que siempre
utilizamos el mismo estilo y la fórmula para elaborarlos. No
modificamos nada a la hora de hacer los roscos, por eso
siempre tienen ese sabor característico.”
En la actualidad, el obrador de ‘La Campana’ está compuesto
por 18 personas, quienes desempeñan una gran labor, con el
único objetivo de ofrecer a sus clientes un buen regalo de
Reyes. El trabajo está dividido y cada uno realiza una
actividad en la elaboración de los roscos, los cuales tienen
una apetitosa imagen al final del proceso.
Al igual que no ha cambiado su sabor, tampoco lo ha hecho su
tradición. Uno de los aspectos más llamativos de los roscos
de Reyes son las figuritas que éstos esconden en su
interior. Manzanares afirma que “estas figuritas son toda
una tradición. Desde siempre, el rosco lleva un haba y una
figurita. Se dice que el que encuentre el haba, paga el
rosco y el que encuentre la figura, se lleva el premio.”
Aunque las tradiciones hay que respetarlas, Manzanares
comenta con simpatía que “siempre es el padre el que acaba
pagando el rosco.”
Una de las claves del éxito de estos dulces es que se venden
el mismo día que son elaborados. ‘La Campana’ comenzó a
ofertar estos dulces el pasado lunes, el mismo día en el que
comenzaron su elaboración. El primer día, estos confiteros
hicieron pocos roscos, y todos fueron vendidos, por lo que
en los días siguientes subieron el número de dulces
producidos. “Se están vendiendo muy bien. Está claro que la
gente está encantada con los roscos”, asegura Manzanares,
quien al mismo tiempo reconoce que “los que más se venden
son los rellenos. Los hay de nata y crema, y son los más
demandados por los clientes.”
En el transcurso de las fiestas, Manzanares asegura que
pueden llegar a producir de 4.000 a 5.000 roscos, debido a
la demanda de este tipo de dulces.
En cuanto al precio, podemos decir que oscila entre los 8 y
los 24 euros, según el tamaño. Los rellenos, de crema o
nata, cuestan 14, 18, 21 o 24 euros. La relación
calidad-precio es otra de las claves del éxito durante
tantos años.
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