Se nos ha ido uno de los grandes
poetas del siglo XX; la luz se apagó en el cuerpo del ceutí
Luis López Anglada a los 87 años de edad tras una longeva
vida literaria con más de sesenta publicaciones que le
llevó, entre otros, a ser Premio Nacional de Literatura en
1962.
Aquel que dedicó un libro de ‘Sonetos a Ceuta’ mostrando el
amor y la pasión que sentía por la tierra que le vio nacer;
fue capaz de describir en sus poemas las sensaciones
profundas que manaban desde su yo más literriamente
artístico.
Y le cantó a la Ceuta marinera,
esa “Ceuta pequeña y dulce; acostada
en los brazos del mar, como si fuera
una niña que tuviera
la espuma de las olas por almohada...
...Ceuta es una andaluza niñería
que, si saltar pudiera, saltaría
la comba de agua y sal del océano.
Y allí está, entre la arena y la muralla
como una niña que bajó a la playa
y se fue a la madre de la mano.
Era un verdadero amante de las sensaciones que supo ganarse
el cariño, la admiración y el respeto de la comunidad
castellano leonesa, lugar donde residió hasta que se
instalara en la capital de España.
López Anglada, amigo del también poeta Manuel Alonso Alcalde
y del novelista Miguel Delibes, ha sido uno de los autores
referentes de nuestra literatura contemporánea. Un Luis
López Anglada que dejó un soneto para el final:
“Tal vez, cuando después de haber vivido
llegue un amanecer a despertarme
les diga a los que puedan escucharme:
¡Qué sueño tan extraño el que he tenido!...
...Tanto peregrinar, tantos sucesos,
tanto cambiar las penas por los besos,
tanto opinar y tanto desengaño,
cuando, de pronto, acabe con la muerte,
con el que al otro lado me despierte
comentaré: ¡Que sueño tan extraño!”.
Descanse en paz uno de los grandes ilustres de nuestra
tierra.
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