Entrar a ‘El Refugio del Budha’ es cruzar nuevos horizontes
en la noche ceutí. Su excelente servicio y su cuidada imagen
hacen de este un lugar muy atractivo para pasar una noche de
diversión. El nombre, fue escogido, tal y como asegura su
propietario, Pablo Ferrera, “para ofrecer a los clientes
algo distinto. Con la idea del Buda, que fue mía, no
podíamos perder el nombre de ‘Refugio’, ya que nos ha
costado mucho consolidarlo en la noche ceutí”. Bajo este
nombre, los empleados del establecimiento cuidan todos los
aspectos para que los clientes estén cómodos en éste.
La decoración, que está compuesta por columnas y estatuas
que recrean el interior de un templo budista, ha sido cosa
de ‘Estudios Desing’. Las figuras han sido importadas de
Madrid, concretamente han sido adquiridas en la franquicia
‘Buddha Home’. Esta decoración hace posible que ‘El Refugio
del Budha’ “no sea un simple local con una barra y las
paredes pintadas, sino que tenga una imagen característica y
algo distinta a la de los demás pubs.”
La buena aceptación que ha tenido este nuevo establecimiento
no ha afectado a la clientela del otro, ya que su
propietario asegura que la gente se visita los dos: “Tenemos
clientes fijos y la gente va a los dos locales. El antiguo
se sigue llenando, y la gente que entra a uno, después acaba
entrando al otro. En vez del Camino de Santiago, podríamos
llamarle el Camino del Refugio”, comenta con simpatía
Ferrera.
En cuanto a la clientela, Pablo Ferrera la define como
“personas que van a pasárselo bien a un local, sin
importarles cual sea el sitio, sino solamente estar a gusto.
Nuestro local tiene esas características ya que en él, la
gente puede estar tranquila y disfrutando al mismo tiempo.”
El éxito que está teniendo ‘El Refugio del Budha’ en su
primera etapa, no supone una garantía de futuro, ya que su
propietario reconoce “que los tiempos difíciles vienen
ahora, porque en las fiestas sale todo el mundo y casi todos
los locales se llenan. Sin embargo, estoy seguro de que este
nuevo establecimiento va a tener la misma aceptación que el
otro.” El éxito de este nuevo pub se debe “a la elegancia
del local, no sólo por la decoración, sino también por los
camareros, ya que, debido a que sólo hay una barra, están en
contacto mutuo con el público y cuidan mucho el trato con el
cliente.”
Tras cinco años en el ámbito empresarial, un mundo en el que
entró gracias a su mujer, quien le propuso adquirir un
pequeño local de 20 metros para reunirse con sus amigos,
Pablo Ferrera ha ido madurando y haciendo más grande el
nombre de ‘El Refugio’. Entre los proyectos de este joven
empresario, “hacer grande ‘El Refugio del Budha’ y
consolidar su nombre, y preparar para el verano ‘La Isla del
Refugio’.
Aunque el éxito es comprobado por todos los ceutíes, Ferrera
no deja de atribuir a sus clientes el mérito: “El Refugio
del Budha se ha construido gracias a los clientes, quienes
demostraban llenando el antiguo local, que querían otro pubs
donde encontrar el buen ambiente del que disfrutan con
nosotros.”
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