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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 03 DE ENERO DE 2007

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Seguridad y Desarrollo de los pueblos

Por Jorge Pérez Blanca



La SEGURIDAD incide fundamentalmente sobre las necesidades básicas de las personas, y es un derecho básico del hombre, de la sociedad y del Estado. La seguridad debe inspirar en el ciudadano confianza en que no le puede suceder nada malo; tranquilidad, toda vez que no debe sentirse amenazado; prevención, pues el Estado previene cualquier clase de riesgo; protección, al saberse que se toman todas las medidas necesarias para la misma; previsión o adelantamiento al hecho agresivo; control, porque se tienen dominadas todas las reacciones anormales; estabilidad, que se deriva de la firmeza antes, durante y después de algún accidente o riesgo sufrido; garantía de que se tienen aseguradas nuestras necesidades.

La Seguridad ha sido un valor fundamental en el desarrollo de los pueblos y naciones, y bien podríamos decir que sin una tenaz y necesaria cultura primitiva de supervivencia, el hombre no hubiera llegado a superar su propia naturaleza destructiva y depredadora, porque en el camino se hubieran destruidos unos a otros. Pero el instinto humano hizo posible que desde los principios de los tiempos, destacara una casta dentro del clan y de la tribu, los hombres mas capacitados, cuya misión mas importante era velar por la seguridad del grupo, tanto para preservar el grupo del enemigo exterior como para imponer el orden dentro de la propia comunidad. Fijaros bien nacen tres conceptos: Seguridad Nacional, Seguridad Ciudadana y Orden Publica.

Desde entonces hasta nuestros días los tipos de delitos han ido aumentando de una forma progresiva, y a mas desarrollo le ha correspondido mas delitos, y a mas globalización y economía internacional del mercado, mas formas y tipos de delincuentes. Vemos pues que siempre que las sociedades, los pueblos, las naciones han estado implicadas en un proceso de desarrollo, ha sido como consecuencia de un periodo de bonanza, equilibrio, armonía, libertad, tranquilidad, sosiego, valentía, falta de preocupación, etc.… que ha sido consecuencia de un estado de SEGURIDAD general. Por eso estoy incidiendo tanto en educar al pueblo de Ceuta en Seguridad.

Para la ciudad y su futuro es necesaria y fundamental, es la prioridad numero uno, es el pilar sobre el que debe asentarse toda la infraestructura política, social y económica de todos los agentes que de una forma u otra tengan responsabilidades en esas tres áreas, de modo que la supervivencia de nuestro pueblo, nuestra patria chica, se cimenta solo y exclusivamente sobre el parámetro de la SEGURIDAD.

No ha habido civilización sin seguridad; no se han formado los Estados-Nación sin seguridad; no ha habido desarrollo sin seguridad; no ha surgido el Estados del Bienestar sin seguridad; no ha aparecido el Estado Social sin seguridad; no se ha creado el Derecho sin seguridad; no hay economía sin seguridad; no hay libertad sin seguridad; en fin no hay Democracia sin seguridad; y por desgracias no existirá Ceuta si no nos preocupamos mas entre todos, de hacer de nuestro pueblo un lugar de seguridad para nosotros y los millones de ciudadanos del mundo que vendrían a visitarnos.

Durante la guerra fría, se desarrolló en el mundo la seguridad nacional integral del Estado, que consistía en la seguridad externa y la seguridad interna o publica. La seguridad externa estaba relacionada con la defensa de la integridad territorial, la soberanía y la independencia nacional, la subsistencia y continuidad del Estado-Nación, esta seguridad se la atribuía exclusivamente a las Fuerzas Armadas, institución que tenían y tienen actualmente la misión exclusiva y monopólica de garantizar la seguridad externa y soberanía nacional. La seguridad interna o publica del Estado-Nación, consistía en garantizar el orden público, el imperio de la constitución y leyes del Estado y su cumplimiento estaba generalmente encomendado a las fuerzas policiales en la mayoría de los estados democráticos.

La seguridad nacional que perduró durante los años sesenta a los ochentas, estaba dirigida a contrarrestar el avance de la ideología marxista, la que avanzaba por dos frentes, el externo a través de la exportación de la ideología propiciado por la Ex - URSS mediante la financiación subversiva bélica en los Estados tercermundista o que tenían un alto grado de pobreza, y la interna a través de las agrupaciones sindicales, universitarias, obreras y campesinas, que asumieron como propia la ideología marxista como una forma de lucha de clases. Todos estos ataques de guerra subversiva lo hemos sufrido en España durante ese tiempo hasta la implantación de la Democracia en 1978; y de esos ramalazos todavía no nos hemos librado, pues todos aquellos partidos especialmente ligados a la izquierda nacional, han seguido y siguen utilizando los métodos de lucha interna que aprendieron durante el tiempo de gobierno del Generalísimo Franco; sin olvidarnos claros esta del gremios de la Cultura retrograda millonaria, que todavía sigue voceando lo que aprendieron como papagayos es su época de caraduras. Todos los partidos que en la actualidad están luchando por imponer un estado Republicano o Federalista, y que tienen sus afiliados en partidos de corte independentista o terrorista, así como el partido socialista que si bien durante el periodo de gobierno de Felipe González aparcó su doctrina marxista en bien de la comunidad nacional, parece que con el nuevo gobierno se ha acrecentado la imposición por ley del ideario de Marx y Engels, están regenerando, reavivando, los métodos de conquista mundial del comunismo ruso.

Es imposible pensar que en España, una democracia de 30 años, todavía no se haya terminado con el terrorismo de ETA si en la conciencia de muchos no existiera todavía ese ramalazo revolucionario subversivo de guerra que tanto se utilizó y practicó por el PSOE, Partido Comunista, Ezquerra Republicana, PNV, etc. durante los años de la Segunda Republica y que nos llevaron a la denigrante Guerra civil de 1936-39. Que fue y es tan denigrante como la Guerra Civil de 1968-2007. Después de la caída del muro de Berlín aparece en escena la globalización, fundada en un neoliberalismo de libertad de mercado y la liberación de las fronteras aduaneras.

Con esta nueva doctrina mercantilista, resurge y se expande con fuerza un nueva industrialización exportadora y el consumismo de bienes de uso, de servicios y de capital, la tecnologización de los medios de producción, la libre competencia, la cibernética en las comunicaciones satelitales con acceso fácil a todos los habitantes del planeta tierra, se expande la inversión en recursos hidrocarburíficos en países tercermundistas mediante un proceso de capitalización llevada adelante con un procedimiento totalmente corrompido, trayendo con ello la delincuencia de cuello blanco, que crea un descontento total del pueblo. Curiosamente la liberalización de Fronteras Aduaneras se puede realizar con países desarrollados y democráticos, pues parece ser que con el vecino país Marruecos la tiranía de su máxima figura política religiosa, así como el odio visceral que tiene a España, junto con la complicidad que nos viene de su gran mentor en Europa el Presidente de Francia, y las pretensiones de una vez por todas de recuperar Ceuta y Melilla para su reino, no es factible que sea posible. Y nos encontramos con un problema de Seguridad Ciudadana peligrosísimo, que nos inunda la ciudad de 30.000 incontrolados, con bultos no revisados, con mercancías no escaneadas, con personas cuya identidad puede oscilar entre el pobre marroquí que viene a buscarse la vida de buena manera a al ciudad, hasta el terrorista mas buscado por los servicios de inteligencia internacionales.
 

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