Hoy comienza el previsto día
álgido de esta llamada Operación Paso del Estrecho navideño
–de retorno-, forzada ante la celebración de la Fiesta del
Sacrificio musulmán y que no se previó como debía por las
autoridades competentes, ocasionando el gran caos que todos
recordarán en el puerto de Algeciras en la jornada de
Nochebuena.
En esta ocasión sí se han tomado medidas similares a las que
se ponen en marcha durante la ya tradicional OPE de los
meses veraniegos. En este caso, el puerto de Ceuta será el
punto de llegada de miles de marroquíes de retorno a sus
respectivos países europeos de residencia. Una exhaustiva
coordinación entre la Autoridad Portuaria y las fuerzas del
orden desplegadas en la frontera del Tarajal, controlará los
flujos de llegada de los miles de vehículos que se prevén
embarcarán con destino a Algeciras a partir de hoy 3 de
enero.
En esta ocasión, y tal como también ha previsto la
Secretaría de Estado vinculada a la Dirección General de la
Marina Mercante, dentro del Plan especial desarrollado, las
navieras asumirán la intercambiabilidad total para evitar
colapsos no deseados que perjudiquen, en este caso a Ceuta.
Desde la Ciudad Autónoma ya se ha previsto el carril
adicional que se ubica en el acceso a Plaza de África hacia
Comandancia General para procurar así el trayecto directo de
los vehículos hacia la Estación Marítima. No se esperan
grandes complicaciones y los dispositivos, afortunadamente,
están perfectamente activados.
Por otro lado, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda
ha sido claro en sus afirmaciones sobre que no romperá, de
ningún modo, la unión ni con Vivas ni con Ceuta en el plan
de acción común de los dos entes territoriales en la lucha
por objetivos comunes frente al Estado.
Una reafirmación oportuna que viene a acallar a aquellos que
intencionadamente procuraban una ruptura entre los dos
presidentes autonómicos. Imbroda acusó al PSOE melillense de
este intento, al delegado del Gobierno de Ceuta y a
determinados medios de comunicación, pero se mostró firme en
su posición al lado de la Ciudad Autónoma de Ceuta y hombro
con hombro con el presidente ceutí, Juan Vivas.
Hecho este que por lógico, responsable y coherente, no
merece mayores comentarios que el de plausible, justo y
adecuado. Lo demás, son ganas de enredar sin ningún atisbo
de altura de miras.
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