Entrar en la Trattoria Firenze es adentrarse en el corazón
de Italia. La apertura de este establecimiento, en abril del
pasado año, amplió los horizontes de la ya amplia
gastronomía existente en Ceuta. Situado en la calle Alférez
Baiton, en los bajos del noble Edificio Trujillo, este
restaurante, al más puro estilo italiano, ofrece la realidad
de la comida italiana. Platos regionales italianos, pizzas,
carnes, lasañas caseras y ricos postres completan una amplia
carta a la que tienen la oportunidad de disfrutar los
clientes, quienes, tal y como asegura Nicolas Chechi,
“pueden comer por sólo diez euros y disfrutar así del buen
servicio que ofrecemos”.
Fernando Ramos y Nicolas Chechi son los empresarios que se
han unido para llevar a cabo un proyecto que soñaban, por
separado, desde hace años. Ambos, dedicados a la hostelería
desde hace muchísimos años, pese a su juventud, ofrecen a
los ceutíes algo diferente en cuestión de comida italiana,
de ahí que lo más llamativo de este proyecto sea que el
querer traer hasta esta ciudad un trocito de Florencia.
Tal y como indica el nombre de este nuevo establecimiento
‘Trattoria Firenze’, según nos comentaba Nicolas, se podría
traducir como un establecimiento de comida “más casera o
verdadera de Florencia”, teniendo como objetivo recuperar la
tradición de las antiguas factorías italianas, donde la
labor artesanal y el respeto por la materia prima eran los
pilares del trabajo. No en vano, la calidad de los platos
que elaboran se basan en una cuidadosa selección de
ingredientes, frescos y sabrosos, especialmente escogidos y
traídos desde Italia para mantener el prestigio de la cocina
italiana en general y la cocina toscana, la cocina de
Florencia (de donde viene Nicolas) en particular, para
satisfacer los paladares de quienes visiten el local.
Para salvaguardar el mismo espíritu de aquellas factorías,
Fernando y Nicolas cuentan para el restaurante con el
experimentado Gabrielle, que con 50 años de experiencia, es
un cocinero proveniente de Florencia, el cual ha estado en
muchos lugares del mundo llevando la esquisitez de la comida
italiana. Para las pizzas, han contado con el asesoramiento
de una importante empresa de Gandía, la cual les ha
instalado una de las más novedosas maquinarias en
elaboración de masas y que con la colaboración de Biondi, el
pizzero, quien sorprende a los clientes con sabores nunca
antes degustados.
En las carnes, el solomillo al vinagre balsámico y a la
crema de trufa son las especialidades. Las lasañas y la
pasta rellena también hacen las delicias a una clientela,
que según Nicolas “es fija”.
La bodega del establecimiento está compuesta por vinos de
calidad. Comenta Nicola que “el Lambrusco es el vino que más
se conoce fuera de Italia, pero dentro del país es el que
menos se demanda.”
Nicolas Chechi lleva metido en el mundo de la hostelería más
de quince años. Sus inicios fueron en Italia, de donde
proviene, donde comenzó como administrador de hoteles
adquiriendo los conocimientos que hoy posee. Precisamente
estos conocimientos se fueron ampliando gracias a la
inquietud que siempre ha mostrado Nicolas, quien abandonó
Italia para conocer otros paises y otras culturas, estando
en Kenia, Tanzania, Sri Lanka, etc.
Por otra parte, la plantilla del restaurante la completan
tres personas en la cocina, dos en la sala, y uno en la
barra.
Tras este tiempo de continuos viajes ampliando sus
conocimientos, se vino hasta nuestra ciudad con una empresa
dedicada a elaborar productos alimenticios en polvo y
frescos, llevando en Ceuta siete años, durante los cuales ha
tenido la ocasión de conocer y hacer amistad con muchísimas
personas, siendo una de ellas Fernando, con el que ha
llevado a buen puerto este nuevo restaurante.
Fernando Ramos también lleva en el mundo de la hostelería
más de veinte años donde empezó de recogevasos y de buenas a
primera, prácticamente sin darse cuenta tal y como él mismo
comenta, se vio metido en el avorágine empresarial de este
mundo en el que ha ido triunfando con cada local que ha
abriendo, locales de renombre en nuestra ciudad como ‘Café
París’, o ‘Tokyo’, lugares donde el ambiente reinante es de
lo mejor, así como la gran profesionalidad de los
trabajadores de éstos.
Fernando destaca que llevaba años soñando con la idea de
montar un establecimiento de estas características y que
gracias a la gran ilusión puesta ya le ha llegado la hora de
ver un sueño hecho realidad.
Ambos empresarios coincidieron en afirmar que se han
sorprendido gratamente el uno del otro, donde han trabajado
codo con codo para hacer realidad el sueño de ambos y
superar las pequeñas trabas o fronteras que en todo negocio
nuevo se suelen dar.
Tal y como ellos mismos destacaban, pese a ser dos personas
distintas y diferentes a la hora de trabajar parecen
convertirse en una sola cabeza pensante con un mismo fin,
ofrecer lo mejor y en el mejor ambiente posible para que la
clientela se traslade, durante su estancia en el
establecimiento, a cualquiera de los bellos rincones de
Florencia donde se puede degustar la magnífica comida
toscana.
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