La ciudad se encuentra inmersa en la frenética actividad
propia de estas fechas. El ímpetu consumista se propala por
doquier y el peatonal Paseo del Revellín está sirviendo de
medio perfecto a ceutíes y visitantes para acercarse a los
distintos comercios ubicados en tan espectacular trayecto.
Las imágenes tomadas en el mediodía de ayer dan cuenta del
amplio personal que, cómodamente, pasea a la búsqueda del
regalo más idóneo. Aunque, probablemente, el año de ventas
al menor no recupere las estadísticas favorables deseadas,
sí es sin embargo un dato positivo el movimiento actualmente
existente que favorecerá el negocio del comercio minorista
en nuestra ciudad.
En unos momentos en los que las grandes superficies parecen
abrirse camino a costa de los pequeños comercios, el hecho
del trato más personalizado, propio de éstos, se convierte
en una buena elección de quienes optan por este sistema que
en Ceuta siempre fue común.
Durante los últimos días, la animación de las calles ceutíes
en este periodo, abre una puerta al optimismo. El hecho de
que en este céntrico paseo proliferen actividades al aire
libre para los más pequeños favorecen en gran medida la
masiva afluencia de ceutíes por este gran centro comercial
abierto, dinamizador de la economía de Ceuta.
Aún resta una semana de compras y de paseos antes de que dé
inicio la época de rebajas, alternativa para quienes busquen
ofertas atractivas en la mítica subida de la cuesta de
enero.
Acaba el año con una imagen realmente atractiva: las calles
céntricas de negocios de Ceuta convertida en punto de
afluencia masiva de ciudadanos.
Que 2007 traiga imágenes constantes como con las que
disfrutamos en la jornada de ayer.
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