Cuando el Rey se puso a escribir
su discurso, analizó la vida pública y política de ESPAÑA, y
por su mente desfilaron los acontecimientos más importantes
y problemáticos que de una manera u otra, han influido en la
mejora o el deterioro de nuestra PATRIA. De ese modo
plasmaría lo que se debe proteger y no se ha protegido; lo
que se debe sancionar, codificar y penalizar porque peligra
algún bien jurídico de la nación; lo que se debe erradicar
porque todavía no se ha erradicado. El Rey pienso debe estar
bastante preocupado por la “indisoluble unidad de la NACION
española”, porque a lo largo de su discurso dice cosas como
esta: “Al prepararnos para el Año Nuevo, debemos tomar
conciencia de lo mucho que juntos hemos avanzado en las
últimas décadas y del enorme potencial que, trabajando
unidos, España encierra para nuestro futuro”; “Unidos hemos
alcanzado una modernización sin precedentes en nuestra
Historia”; ”Pero no debemos ni podemos dar por sentados los
avances que juntos hemos logrado”; “Esa garantía de armónica
convivencia que a todos nos proporciona nuestra norma
fundamental”; “Y todas las instituciones y fuerzas
democráticas tenemos el deber y la responsabilidad de lograr
la unidad y la cohesión”; “Gracias a la dedicación y al
empeño de todos, España sigue creciendo de forma sostenida”;
“que nos permita crecer en valores individuales y colectivos
para construir un futuro”; “respetuosos con nuestra
diversidad, sin perder nunca la unidad que nos da la fuerza
y la dimensión necesarias para el progreso”. Así mismo opino
que tampoco ve claro que el arco que integran los diferentes
partidos políticos respeten, defiendan y cumplan todos y
cada uno de los 169 Artículos que integran la LEY DE LEYES
de nuestra NACION, porque entre otras cosas dice: “construir
una España democrática, moderna, unida y respetuosa de su
rica diversidad, en torno a una Constitución de todos y para
todos,”; “a asegurar la mejor solución a las principales
preocupaciones de los ciudadanos, siempre en el marco de
nuestra Constitución”; “Nuestra Constitución nos ofrece un
marco amplio y generoso que asegura la convivencia en
libertad de todos los españoles”; “Esa garantía de armónica
convivencia que a todos nos proporciona nuestra norma
fundamental”. El Rey está preocupado, y así lo ha
manifestado en su discurso. Espero que todos los partidos
políticos tomen buena nota de sus palabras, sin acritud,
aceptando el consejo real que mira por el bien de ESPAÑA y
de todos los españoles.
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