En este fermoso país, llamado
España, no hay un dios que sea capaz de saber hacía dónde
caminamos. Pero, desde luego, lo que no hay mucha duda es
que, al parecer, estamos dispuestos a cargarnos todas
nuestras tradiciones, incluso aquellas que durante
generaciones ha mantenido vivo el espíritu de credibilidad e
ilusión de la grey infantil.
Toda la ilusión de los niños, desde muchas generaciones
atrás, se centraba en la llegada de los Reyes Magos. Ilusión
que, incluso era compartida por los mayores. La noche antes,
todos los niños nos acostábamos horas antes de lo habitual,
soñando con el llegar del nuevo día, a la espera de lo que
los Magos de Oriente nos habían dejado como regalo. Había
chavales y no tan chavales que por muchos intentos que
hacían por cerrar los ojos y dormir, se pasaban la noche en
vela, nerviosos y con la ilusión puesta sólo en el amanecer
del nuevo día, el día de Reyes.
Ahora, en este fermoso país, llamado España, al parecer, se
lucha por acabar también con esa tradición tan española,
para irnos a otras tradiciones que no son nuestras ni desde
lejos. Por supuesto que todas las tradiciones, de los
distintos países, nos merecen todo el respeto del mundo,
pero ese mismo respeto queremos para las nuestras. Y nuestra
tradición, por mucho que se empeñen algunos, siguen siendo
los Reyes Magos. Lo de Santa Claus o Papa Noel, cómo ustedes
prefieran, o pertenece a nuestra tradición. Por mucha
propaganda que se esté haciendo , del mencionado personaje,
en las distintas cadenas de televisión, dándole toda la
relevancia del mundo, mientras se omite nuestra tradición,
Los Reyes Magos.
Los otros días, en uno de esos programas de “telemierda”, se
anunciaba, cada dos por tres, a bombo y platillo, una
entrevista en exclusiva mundial y por vez primera en la
historia a un importante personaje. Picado por la curiosidad
y saber quién sería ese personaje que jamás, a lo largo de
su historia, había concedido una entrevista y que esta era
la única que iba a conceder a nivel mundial, seguí pendiente
a la pantalla, a la espera que diese el nombre de tan genial
personaje.
Por principio creí que sería algunos de estos personajes
raros, sabios que no se dejan entrevistar y que vaya ,usted,
a saber por qué causa le había dado por concederle una
entrevista en exclusiva a la “telemierda” en cuestión. Todo
es posible dentro de este mundo que nos ha tocado vivir, y
donde el más tonto, hace televisores de pantalla plana.
Por fin, el presentador del evento, nos descubre a qué
personaje se le iba a hacer esa entrevista, anunciada a
bombo y platillo como exclusiva mundial. Por favor,
personal, preparados para las emociones fuertes, esas que se
dan tan sólo una vez en la vida. El personaje que había
concedido la entrevista en exclusiva mundial, era nada más y
nada menos que Papa Noel que, por primera vez, iba a
conceder una entrevista a una de las cadenas de televisivas
de este fermoso país y a un programa de “telemierda”.
Años hacía, qué digo años, siglo por lo menos, que no
escuchaba semejante gilipollez en los labios de un
presentador. Y ni te cuento la actuación de los contertulios
ante la oportunidad de semejante entrevista. Gilipollas
unidos jamás serán vencidos.
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