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sociedad - MARTES, 26 DE DICIEMBRE DE 2006


Mesas adornadas para la ocasión. RINCÓN

navidad 2006 / celebraciones
 

Las familias ceutíes celebran
la Nochebuena y la Navidad

Como en años anteriores, no
se registró ningún incidente en
estas dos tradicionales fechas donde
cientos de ceutíes se ‘lanzaron’ a la calle
 

CEUTA
José Manuel Rincón
jmrincon@elpueblodeceuta.com

Como es tradicional las familias ceutíes se reunieron alrededor de la mesa para celebrar juntos la cena y comida de Nochebuena y Navidad.

Llegar a este agradable momento llevó consigo unos días previos de compras, preparación del menú, lugar de reunión, etc.

A pesar de todo, no hay una sola familia, por humilde que sea, que no celebre en estas fechas este entrañable acontecimiento. En los colegios y en las parroquias ya se han encargado, previamente, de recoger alimentos y aportaciones económicas para repartir entre las familias más necesitadas, precisamente con este fin se organizan las “Campañas de Navidad”.

Las familias con una economía más saneada también tienen sus quebraderos de cabeza a la hora de elegir la clase de menú que les gustaría preparar.

Una vez tratado el tema económico se empieza a pensar en el lugar más apropiado, si hay niños pequeños a los que no es conveniente sacarlos de sus casas, dónde alojar a los familiares que vengan de fuera, etc.

Una vez solucionado todos los pequeños detalles que se han mencionados, ¡por fin nos reunimos!. Saludos, felicitaciones y un sin fín de besos y abrazos. Se hacen los pequeños grupos por edades y afinidades, que sin estar previamente preparado, se van formando y empiezan sus charlas sobre las cosas agradables o menos agradables que les han ocurrido a lo largo del año.

Otros grupos hablan de los temas más candentes de la actualidad, todo ello mientras se va degustando los típicos platos que se preparan para estas fechas, pavo, cordero, salmón, etc.

Los que faltan y los nuevos integrantes


Nunca falta el recuerdo nostálgico de los que ya no están físicamente, pero que siguen vivos en el recuerdo de los presentes. Aunque, pasado ese penoso momento, se vuelve la vista hacia los más pequeños y retorna la alegría y la esperanza a los corazones. Las expresiones de los pequeñines, que están viviendo sus primeras navidades, sirven para que todos rompan en cánticos de villancicos acompañados por las tradicionales panderetas y zambombas que crean ese peculiar sonido de estas fiestas y así vayan aprendiendo el significado de la Navidad.

El regalo no es lo más importante, sino el sentimiento del que lo hace hacia el que lo recibe. Sentimiento que siempre se espera que sea mutuo.

Llegada la hora de la Misa del Gallo, los que no tienen ninguna misión que realizar en la casa, acuden a la Iglesia para oirla.

Los jóvenes suelen reunirse con sus amigos y visitar a aquellos que no pueden salir por algún motivo.

Los que quedan en las casas, continúan sus charlas, junto al Belén y Arbol de Navidad, de manera más reposada y tranquila, con la chiquillería descansando. Es cuando surgen las preguntas sobre tal o cual amigo, cómo van los estudios de los chicos, novias o novios de los jóvenes, acontecimientos próximos, etc.

Se acaba la velada con alegría por los momentos que han compartido y con los deseos y propósitos de seguir celebrando muchas más navidades con la misma felicidad, ánimo y salud que se ha celebrado la presente.

El Pueblo de Ceuta desea, desde estas líneas, felicitar a todas las familias ceutíes para que pasen estas fiestas con mucha felicidad y consigan todos sus deseos en el año próximo.

Sin incidentes


Los habitantes de nuestra ciudad pudieron disfrutar de una Nochebuena y una Navidad sin ningún incidente reseñable.

Como ya viene siendo casi tradicional los jóvenes ceutíes se lanzaron el domingo a las calles de Ceuta y fueron visitando los distintos bares y locales de nuestra ciudad donde iniciaron los prolegómenos de estas fiestas navideñas. Locales cómo, el Cortijo, el Mesón de Pacho, Casa Bravo, el Planta Baja, o el Refugio en el Poblado Marinero, presentaban un lleno espectacular donde los jóvenes y los no tan jóvenes cantaban villancicos y brindaban con botellas de sidra, felicitándose unos a otros.

Ya muy entrada la tarde los jóvenes ceutíes empezaron a abandonar estos locales y se fueron dirigiendo hacia sus casas para poder cenar en familia y pasar así la Nochebuena. Tras la cena familiar los más atrevidos y “juerguistas” volvieron a salir para continuar la fiesta empezada por la mañana.
 

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