Podemos aplicar, y aplicamos, la
conocida frase de nuestro titular a los Presupuestos
Generales para el ejercicio de 2007 de la Ciudad Autónoma de
Ceuta que, contando con las restricciones de ingresos por la
menor llegada de fondos de la Unión Europea, se han
confeccionado siguiendo la línea marcada por el gobierno de
Juan Vivas desde los de 2001/2003, su segunda versión y la
actual (2007/2013) por lo que a inversiones se refiere para
su coincidencia con el de la citada Unión Europea. Y es en
este apartado, en el de Inversiones, donde se presupuestan
429 millones de euros (más de 71.000 millones de las
antiguas pesetas), en el que están incluidas actuaciones
como el III Plan de Dotaciones de Barriadas, la renovación
de los colectores del eje Norte-Sur, la mejora del
saneamiento de las Barriadas de Benzú y Príncipe Alfonso, la
finalización de la Manzana del Revellin, la rehabilitación
de las Muralla Meriníes, el desarrollo del Campus
Universitario, el sellado del vertedero de Santa Catalina o
la construcción de 5.000 viviendas.
Todo ello sin que se hayan producido recortes en otras
partidas, sino, antes al contrario, se han incrementado las
referidas a Asistencia Social, Juventud, Infancia, Empleo o
Ayudas al Estudio las que, si comparamos con lo
presupuestado en 2003, produce un aumento, sin contar con el
capítulo de personal, de mas de ocho millones de euros que,
en porcentaje, supone un 113 % más que el del anterior
ejercicio.
Nos gustaría conocer, para valorar en todo su contenido, las
críticas de la oposición a estos presupuestos de la Ciudad,
la alternativa de cuentas, partida por partida, y así
podríamos comprobar sus razonamientos en cuanto a las causas
de “los incrementos de gasto de personal (Mohamed Alí de
UDCE), la opinión de “no creíble e invitación a reflexionar
sobre la disminución del gasto que el gobierno hace en
materias como Vivienda, Vías Públicas o Instalaciones
Deportivas” (Antonia Palomo, del PSOE) y el no “poder hablar
de cohesión, refiriéndose a la falta de atención social
reflejada en los presupuestos, cuando apenas se destinan 18
millones de euros de un total de 261 millones a asistencia
social” (Mustafa Mizzian, del PDSC).
No hemos visto, tampoco, ninguna crítica que haya formulado
la oposición al cumplimiento de los compromisos contraídos
en anteriores presupuestos de la Ciudad, lo que denota, por
una parte, que las cosas se vienen haciendo con criterios de
prudencia, total transparencia y ajustados en cuanto a las
previsiones de ingresos y gastos se refiere y, por otra, a
la eficacia y conocimientos demostrados en este materia por
el Presidente Juan Vivas, a quien hay que reconocerle, una
vez más, un alto grado de sensatez y cautela en su
confección, dando ajustado destino al erario que la
ciudadanía le ha encomendado administrar y a la vista de
que, como “no hay mas cera que la que arde”, los ingresos y
los gastos son los que son y así han sido recogidos en la
norma por la que se regirá la economía de la Ciudad el
próximo ejercicio de 2007.
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