"Yo he dicho a los clérigos que
hay dos leyes para la gente gobernante en Australia: una es
la ley australiana, y otra la ley Islámica. Si ustedes no
están de acuerdo con la ley parlamentaria, tribunales
independientes, democracia, y prefirieran la ley Sharia, y
tienen la oportunidad de ir a otro país, donde se practica
esta ley, quizás, entonces, ésta es una mejor opción ", dijo
Costello. El ministro de educación Brendan Nelson, más
tarde, "Básicamente, la gente que no quieran ser
Australianos, y que no quieran vivir con valores
australianos y entenderlos, entonces, ellos pueden irse",
dijo él. Por otro lado el primero ministro Howard Dijo: "
Los INMIGRANTES, NO AUSTRALIANOS, DEBEN ADAPTARSE. No estoy
contra la inmigración, y tampoco sostengo un rencor contra
alguien que busca una mejor vida viniendo a Australia. "Esta
idea de Australia de ser una comunidad multicultural ha
servido sólo para diluir nuestra soberanía y nuestra
identidad nacional. Como australianos, tenemos nuestra
propia cultura, nuestra propia sociedad, nuestra propia
lengua y nuestro propio modo de vivir. Esta cultura ha sido
desarrollada en más de dos siglos de luchas, juicios y
victorias por los millones de hombres y mujeres que han
buscado la libertad. Hablamos principalmente el INGLES, no
el libanés, el árabe, el chino, el japonés, el ruso, o
cualquier otra lengua. ¡Por lo tanto, si usted desea hacerse
parte de nuestra sociedad, aprenda la lengua!". "La mayor
parte de los australianos creen en Dios. Esto no es cosa de
algún cristiano derechista, pero un hecho es cierto, y es
que hombres y mujeres cristianos, fundaron esta nación sobre
principios cristianos, y esto está claramente documentado.
Es seguramente apropiado mostrarlo sobre las paredes de
nuestras escuelas. Si Dios le ofende, entonces sugiero que
usted considere otra parte el mundo como su nueva casa,
porque Dios es parte de nuestra cultura". "Aceptaremos sus
creencias, y no le haremos preguntas. Pero daremos por hecho
que usted acepta las nuestras, y vive en paz y armonía con
nosotros. Si la Cruz le ofende, o no le gusta, entonces
usted debería considerar seriamente marcharse a otra parte
de este planeta. Este es NUESTRO PAÍS, NUESTRA TIERRA, Y
NUESTRO MODO DE VIVIR, y le permitiremos la oportunidad de
disfrutar de todo esto. Pero una vez que usted se queje,
lloriquee, y no acepte Nuestra bandera, Nuestra promesa,
Nuestras creencias cristianas, o Nuestro modo de vivir,
sinceramente le animo a hacer uso de otra gran libertad
australiana: ' EL DERECHO DE MARCHARSE '."
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