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OPINIÓN - DOMINGO, 17 DE DICIEMBRE DE 2006

 
OPINIÓN / SNIPER

A las nueve con Carlos Herrera
 

Por Jose Luis Navazo


Intentaba explicar yo a eso de las nueve de la mañana del pasado jueves, en directo y desde Tetuán, a uno de los programas radiofónicos más solventes de este país, La Mañana de Carlos Herrera, lo que ocurría en la famosa barriada de El Príncipe cuando oigo a Herrera espetar al otro lado del teléfono los cojones (sic) que, según algunas parientas de los detenidos en la operación Duna, tenía un tal Ben Laden... Intenté explicar que, efectivamente, hay una extendida corriente basada en el salafismo yihadista en la que estaría implicada en Ceuta, al decir del imám Liazzid, al menos un 20 % de su población musulmana: gente ignorante y manejada, en palabras del buen imám de la influyente mezquita de Sidi Embarek.

Tampoco quise sacar en las ondas al imám Bendaoui, con ideas ciertamente un tanto raras pero al que yo no osaría tildar de filoterrorista aun cuando, sin embargo, fue utilizado como pantalla por alguna gentuza ahora detenida que logró tomar literalmente al asalto su antigua mezquita. El hombre le vió las orejas al lobo cuando, el pasado verano, la policía marroquí retuvo durante venticuatro horas a su mujer e hija en la frontera del Tarajal, aunque luego todo quedó en agua de borrajas esperando actualmente el imám (que sigue en Ceuta aunque no en El Príncipe) a que las aguas se aclaren en su Marruecos natal para poder volver al vecino país.

Siguiendo con la famosa barriada, apuntaba yo un urbanismo descontralado por la repentina y masiva afluencia de una población fronteriza que allí logró asentarse, con el inconsciente laisser faire, laisser paser del rancio caballismo fenicio, avaro de una mano de obra dócil y barata a la que poder explotar impunemente, bien en la construcción, bien en la hostelería o bien de chacha sin asegurar, digo, mientras los líderes políticos de la Ciudad seguían enjugando los golosos fondos procedentes del Estado y de Europa a la vez que debatían sobre galgos y podencos, ibicencos naturalmente. También señalé la impronta del narcotráfico, factor determinante de la acumulación primitiva de capital de más de un caballa moro y cristiano, que aquí hay de todo. Pero los fondos procedentes de la hierba del cáñamo ya no son lo que eran, dos generaciones al menos han perdido el norte y algunos otrora orgullosos clanes familiares sobreviven actualmente con planes de empleo y chapuzas varias. Las Fuerzas Armadas serían finalmente para muchos jóvenes musulmanes el principal empleador, tanto porque una gran parte se gana ahí honestamente la vida aun cuando otros bastantes camuflan sus actividades, intentan especializarse en tareas especiales o lavan con la nómina espurios ingresos. Por no citar, finalmente, a cierto sector de la población que vive del cotilleo y de vender chismes y que, enviciados en ello, si no los hay los inventan porque de algo hay que cobrar a fin de mes, que no todo el mundo es tan afortunado para recolocarse como los Abdelilah boys, que están en nómina mientras de paso, porra al cinto, airean ideas al salado rumor de la brisa marina.

Muchas cosas quedaron en el tintero, como mi idea de que en la banda de radicales islamistas pillados, peligrosos, peligrosos hay dos; mis pescadores son unos bocazas (al tiempo, serán soltados en breve) y que el hermanito del turista de Guantánamo es, lisa y llanamente, un vulgar y no tan presunto atracador pistola en mano, aunque armas, lo que se dice armas (se buscaban varias) no se encontraron hasta el momento como es natural, porque una cosa es ser un descerebrado y otra estar tontón. Ahí está una de las claves, la cada vez más evidente colusión de intereses entre mafias de la droga y bandas de delincuentes con el islamismo radical y yihadista. Porque para gente como el hermano del huésped de Guantánamo (quien volvió, los asesinados por el terrorismo islamista están bajo tierra) robar a un infiel, léase judío, cristiano o incluso un mal musulmán es halal, está pues permitido e incluso bendecido por las bastardas normas de su peculiar yihad. Tampoco pude abundar sobre el grupito de Ceuta que viajó a Lahore con las mismas intenciones que el hermanísimo talibán ceutí: alistarse en la yihad afgana y que son al menos cinco. Pero bien tuvieron baraka, bien fueron más listos que Hamed Abderrahmán Ahmed, el caso es que no fueron capturados por el US.Army, volviendo la mayoría a Ceuta donde sigen ganándose, oficiosamente, la vida. Afganistán en todo caso ha dejado una huella indeleble desde su primera fase, la yihad contra los ateos comunistas de la antigua URSS en las que nacería, con apoyo logístico de la CIA norteamericana, Al Qaïda, La base. Todavía en Ceuta vive hoy día un ex comandante (y ex legionario) de aquellos héroes de la libertad, tal y como eran definidos por la prensa occidental en su momento y que combatió contra los soviéticos a las órdenes del mismísimo León del Pansur.

Comentaba al principio que las armas no habían aparecido... Pues claro, auque yo tengo alguna idea de donde puedan estar, como otras mercancías. Posiblemente en la misma vivienda donde pasó la noche del anterior verano Salim El Maghrebí. También ignoro si el juez Garzón comprobará, mediante las pertinentes pruebas, si las huellas dactilares de alguno de los detenidos coincide con la que apareció, en enero de este año, en la ventana del morabo quemado (¿se acuerda el lector?) de Sidi Embarek, en el viejo cementerio musulmán.

Por lo demás y en cuanto a la famosa operación Duna, con tal despliegue mediático de efectivos... me temo que para ese viaje no hacían falta esas alforjas. Intuyo que salvo tres de los detenidos (y dos que, vaya por Dios, todavía no han sido capturados) el resto podrían volver pronto a la Ciudad, en loor de multitudes y como héroes para ciertos medios. Lo siento, pero sin poner en solfa a nuestras sacrificadas fuerzas de seguridad aquí hay algo que no encaja: ¿qué carajo hacían los compañeros de Tele 5 pegados a los talones de la policía?. Sin quitarle valor ni desmerecer su sentido pedagógico ¿habrá sido Duna un aviso?. Aquí huele a lavado de imagen y manipulación política, con cierto sabor a tongo. Vamos que, a mi entender, la mayoría de los detenidos retornarán a Ceuta a tiempo para hincarle el diente al borrego en la Pascua Musulmana...
 

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