Intentaba explicar yo a eso de las nueve de la mañana del
pasado jueves, en directo y desde Tetuán, a uno de los
programas radiofónicos más solventes de este país, La Mañana
de Carlos Herrera, lo que ocurría en la famosa barriada de
El Príncipe cuando oigo a Herrera espetar al otro lado del
teléfono los cojones (sic) que, según algunas parientas de
los detenidos en la operación Duna, tenía un tal Ben Laden...
Intenté explicar que, efectivamente, hay una extendida
corriente basada en el salafismo yihadista en la que estaría
implicada en Ceuta, al decir del imám Liazzid, al menos un
20 % de su población musulmana: gente ignorante y manejada,
en palabras del buen imám de la influyente mezquita de Sidi
Embarek.
Tampoco quise sacar en las ondas al imám Bendaoui, con ideas
ciertamente un tanto raras pero al que yo no osaría tildar
de filoterrorista aun cuando, sin embargo, fue utilizado
como pantalla por alguna gentuza ahora detenida que logró
tomar literalmente al asalto su antigua mezquita. El hombre
le vió las orejas al lobo cuando, el pasado verano, la
policía marroquí retuvo durante venticuatro horas a su mujer
e hija en la frontera del Tarajal, aunque luego todo quedó
en agua de borrajas esperando actualmente el imám (que sigue
en Ceuta aunque no en El Príncipe) a que las aguas se
aclaren en su Marruecos natal para poder volver al vecino
país.
Siguiendo con la famosa barriada, apuntaba yo un urbanismo
descontralado por la repentina y masiva afluencia de una
población fronteriza que allí logró asentarse, con el
inconsciente laisser faire, laisser paser del rancio
caballismo fenicio, avaro de una mano de obra dócil y barata
a la que poder explotar impunemente, bien en la
construcción, bien en la hostelería o bien de chacha sin
asegurar, digo, mientras los líderes políticos de la Ciudad
seguían enjugando los golosos fondos procedentes del Estado
y de Europa a la vez que debatían sobre galgos y podencos,
ibicencos naturalmente. También señalé la impronta del
narcotráfico, factor determinante de la acumulación
primitiva de capital de más de un caballa moro y cristiano,
que aquí hay de todo. Pero los fondos procedentes de la
hierba del cáñamo ya no son lo que eran, dos generaciones al
menos han perdido el norte y algunos otrora orgullosos
clanes familiares sobreviven actualmente con planes de
empleo y chapuzas varias. Las Fuerzas Armadas serían
finalmente para muchos jóvenes musulmanes el principal
empleador, tanto porque una gran parte se gana ahí
honestamente la vida aun cuando otros bastantes camuflan sus
actividades, intentan especializarse en tareas especiales o
lavan con la nómina espurios ingresos. Por no citar,
finalmente, a cierto sector de la población que vive del
cotilleo y de vender chismes y que, enviciados en ello, si
no los hay los inventan porque de algo hay que cobrar a fin
de mes, que no todo el mundo es tan afortunado para
recolocarse como los Abdelilah boys, que están en nómina
mientras de paso, porra al cinto, airean ideas al salado
rumor de la brisa marina.
Muchas cosas quedaron en el tintero, como mi idea de que en
la banda de radicales islamistas pillados, peligrosos,
peligrosos hay dos; mis pescadores son unos bocazas (al
tiempo, serán soltados en breve) y que el hermanito del
turista de Guantánamo es, lisa y llanamente, un vulgar y no
tan presunto atracador pistola en mano, aunque armas, lo que
se dice armas (se buscaban varias) no se encontraron hasta
el momento como es natural, porque una cosa es ser un
descerebrado y otra estar tontón. Ahí está una de las
claves, la cada vez más evidente colusión de intereses entre
mafias de la droga y bandas de delincuentes con el islamismo
radical y yihadista. Porque para gente como el hermano del
huésped de Guantánamo (quien volvió, los asesinados por el
terrorismo islamista están bajo tierra) robar a un infiel,
léase judío, cristiano o incluso un mal musulmán es halal,
está pues permitido e incluso bendecido por las bastardas
normas de su peculiar yihad. Tampoco pude abundar sobre el
grupito de Ceuta que viajó a Lahore con las mismas
intenciones que el hermanísimo talibán ceutí: alistarse en
la yihad afgana y que son al menos cinco. Pero bien tuvieron
baraka, bien fueron más listos que Hamed Abderrahmán Ahmed,
el caso es que no fueron capturados por el US.Army,
volviendo la mayoría a Ceuta donde sigen ganándose,
oficiosamente, la vida. Afganistán en todo caso ha dejado
una huella indeleble desde su primera fase, la yihad contra
los ateos comunistas de la antigua URSS en las que nacería,
con apoyo logístico de la CIA norteamericana, Al Qaïda, La
base. Todavía en Ceuta vive hoy día un ex comandante (y ex
legionario) de aquellos héroes de la libertad, tal y como
eran definidos por la prensa occidental en su momento y que
combatió contra los soviéticos a las órdenes del mismísimo
León del Pansur.
Comentaba al principio que las armas no habían aparecido...
Pues claro, auque yo tengo alguna idea de donde puedan
estar, como otras mercancías. Posiblemente en la misma
vivienda donde pasó la noche del anterior verano Salim El
Maghrebí. También ignoro si el juez Garzón comprobará,
mediante las pertinentes pruebas, si las huellas dactilares
de alguno de los detenidos coincide con la que apareció, en
enero de este año, en la ventana del morabo quemado (¿se
acuerda el lector?) de Sidi Embarek, en el viejo cementerio
musulmán.
Por lo demás y en cuanto a la famosa operación Duna, con tal
despliegue mediático de efectivos... me temo que para ese
viaje no hacían falta esas alforjas. Intuyo que salvo tres
de los detenidos (y dos que, vaya por Dios, todavía no han
sido capturados) el resto podrían volver pronto a la Ciudad,
en loor de multitudes y como héroes para ciertos medios. Lo
siento, pero sin poner en solfa a nuestras sacrificadas
fuerzas de seguridad aquí hay algo que no encaja: ¿qué
carajo hacían los compañeros de Tele 5 pegados a los talones
de la policía?. Sin quitarle valor ni desmerecer su sentido
pedagógico ¿habrá sido Duna un aviso?. Aquí huele a lavado
de imagen y manipulación política, con cierto sabor a tongo.
Vamos que, a mi entender, la mayoría de los detenidos
retornarán a Ceuta a tiempo para hincarle el diente al
borrego en la Pascua Musulmana...
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