Tratar de reescribir la historia
setenta años más tarde, cuando todos los españoles habían
enterrado a sus ausentes y la reconciliación fue el gran
logro de una Transición sin rencores, donde se permitió
regresar hasta a Santiago Carrillo “el carnicero de
Paracuellos”. Pese a la memoria de los familiares de las
víctimas de sus crímenes, entre los que se encuentran esta
escribidora y su familia , tratar de reescribir y amañar los
recuerdos tiene malas consecuencias.
Porque se siembran vientos, de manera frívola, por puro
buenismo y demagogia de mercadillo y se recogen las
tempestades de los cadáveres desenterrados de las cunetas y
el resurgimiento de esas dos Españas que hielan el corazón
del españolito que viene al mundo. ¿Qué los descendientes de
los republicanos buscan ADN en las fosas comunes y piden
revisión de los juicios? Perita. Porque mi familia y yo
pedimos que encuentren en Paracuellos los restos de mi tío
Lorenzo Iniesta, que fue asesinado por Carrillo y cuyo
proceso sumarísimo no puede revisarse, ya que le mataron a
los diecinueve años, camino de los veinte, sin ningún tipo
de juicio. Zetapé y los suyos, insensatamente revuelven
viejos agravios y los nuestros pedimos al Rey que Santiago
Carrillo sea juzgado en el Tribunal de la Haya por crímenes
de guerra y por genocidio. Y lo conseguiremos a base de
clamor popular y en nombre de la Ley de la Memoria Histórica
que ha desenterrado fantasmas olvidados y que nos ha vuelto
a enfrentar ¡Malaya Zetapé con su hemofilia política que
tanto daño nos está haciendo a los españoles!.
Los espíritus puros, que hay mucho espíritu puro entre los
neoconservadores seguidores de Sarkozy y de los nuevos
filósofos, tratan de atemperar mis fulminaciones y las de
los familiares de las víctimas de las hordas marxistas y nos
consuelan diciendo que, el Presidente español garantiza un
juicio justo para los cien mil católicos españoles, curas,
monjas, miembros de Acción Católica o sencillos cristianos
que fueron torturados y asesinado por razón de sus
creencias.
Dice María Teresa Fernández de la Vega que, por la Memoria
Histórica los descendientes políticos del marxismo, es decir
la actual izquierda, indemnizará a la Conferencia Episcopal,
a las órdenes religiosas y a los católicos de base por la
quema de iglesias y conventos que comenzó a partir de 1931 y
que fue el expolio patrimonial y cultural más brutal sufrido
por un país de Occidente. Vale. Pero no todo se compra con
dinero para apaciguarnos a los familiares de las víctimas de
los inventores de las temibles checas. Joder, me noto
rencorosa, estos mindundis soplagaitas, estos cantamañanas
de la idea baratera y de la demagogia ponzoñosa están
removiendo muertos y han conseguido que, en los periódicos
aparezcan, pese al precio abusivo que cobran los buitres de
los editores, pinceladas de sombras y de muerte recordando a
los asesinados hace setenta años.
¡Que repugnante hacer caja con el dolor! Esas esquelas que
aparecen en El Mundo y en La Razón tienen que ser gratis,
porque miles de jubilados que subsisten en situación de
hambruna no tienen para abonar los precios de esas
pinceladas. Aprovecho: Rogad en caridad por el estudiante de
Derecho Lorenzo Iniesta, asesinado junto a muchos de sus
compañeros por Carrillo en Paracuellos del Jarama. Su
familia pide Memoria Histórica y Justicia.
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