Un hecho fortuito. Todo indica que una posible sobrecarga de
tensión en uno de los cables de uno de los contadores
ubicados en el ‘cuartillo’ exterior en el sótano-parking
pudo ser el detonante de la quema de la instalación que
propició el cierre del Centro Comercial y de la alarma
general que cundió en el personal de centro -evacuado por
seguridad-, clientes y en la ciudadanía, ante el
desconocimiento de la causa concreta del suceso.
Los propios agentes de la seguridad del centro, al
percatarse del orígen del humo alrededor de las 15’40 horas,
accedieron al cuarto de contadores con dos extintores,
próximos al lugar, que emplearon hasta que el humo provocado
por el cable quemado les impidió continuar. Al poco, el
servicio de extinción de incendios hacía acto de presencia.
Resultaba inviable el uso de agua, pero la utilización de
otros dos extintores no trajo el fruto apetecible. La quema
de cable y las chispas por el sobrecalentamiento de la
instalación complicaba las tareas en mitad de una profunda
humareda. Pertrechados con equipos autónomos, los bomberos
intentaron sofocar el incipiente fuego con Co2. La corriente
de aire impedía la eficacia total del sistema. Por ello, se
solicitó el uso de más extintores. Una cadena humana enviaba
las bombonas hasta las mismísimas manos de los bomberos de
vanguardia. Diez minutos después todo había acabado pero los
daños en la instalación provocaron el cierre, por seguridad,
del Centro Comercial en tanto que la empresa ‘Instalaciones
Gutiérrez Ceuta S.L.’ trabajaba para superar y restaurar los
dañados equipos eléctricos. Durante toda la tarde y toda la
madrugada, los operarios de esta empresa completaron una
‘leonina’ jornada de trabajos de reposición como para que en
esta misma mañana el 75 ó el 80% de los locales del Centro
Comercial puedan estar operativos.
De hecho, se prevé que hoy abra al público la totalidad de
locales a excepción de los ubicados entre la sucursal
bancaria de la entrada principal y el pasillo de entrada a
la Gerencia del Centro. El resto, ocio, cine y zona
comercial podrá abrir al público.
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El suceso alarmó a trabajadores y clientes
Sólo fue un hecho fortuito, sin
embargo el rumor de una amenaza de bomba -por otra parte ya
típica y desagradable- corrió como un reguero de pólvora.
Las carreras de los guardias de seguridad y el mandato de
desalojo inmediato del centro fomentó la obsesión
generalizada de hallarse ante algo serio. La llegada de
Policía Local que acordonó de inmediato la zona y adoptó las
medidas de seguridad adecuadas, el humo y la ‘vistosidad’
operativa de los bomberos ayudó a que se propalara por la
ciudad un suceso que no tenía nada que ver con lo
acontecido. La psicosis por las últimas noticias generadas
en Ceuta hizo el resto.
Ahora será la propiedad la que active el protocolo previsto
para siniestros como el de ayer.
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